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OPINIÓN - LUNES, 27 DE OCTUBRE DE 2008

 

OPINIÓN / DICCIONARIO IDEOLOGICO DEL ISLAM

Takfir (12 y II)
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

Continuando con la columna anterior, se aplicaría el concepto de “takfir”: 9) Contra aquellos que piensen puedan estar exentos de las normas vinculantes de la “Sharia” (ley islámica). Esta idea es aplicada, profusamente, contra todos los intentos de reforma “occidentalizantes” en países musulmanes, particularmente en el campo legislativo, intentando su descrédito y bloqueo; 10) Finalmente, “takfir” para aquellos musulmanes que desprecien la religión de Allah/Dios, no la estudien ni se comporten conforme a sus reglas. Como conclusión y en definitiva, para los seguidores del “takfir” según vemos es fácil encontrar “pruebas” que les permitan anatemizar al conjunto de la comunidad musulmana; por lo demás, en su comportamiento social practican la “taqiyya” (disimulo) y empujan a sus adeptos a ejecutar a los infieles allí donde se encuentren (tanto civiles como militares, occidentales o musulmanes, viejos, mujeres o niños), prometiendo a los asesinos que su “martirio” les abrirá las puertas del Paraíso.

Históricamente y dejando a un lado el “Khariyismo” medieval, el primer grupo “Takfir wal Hijra” (Anatema y Exilio) fue fundado en El Cairo en la década de los setenta, como una derivación sectaria basada ideológicamente en el desarrollo aun más radical de la doctrina y organización de los “Hermanos Musulmanes”, así como del pensamiento extremista de Hassan El Banna. De tendencia salafista-yihadista, propuso la creación de un califato mundial y aplicó con manga ancha el concepto de “takfir”, practicando hasta extremos insospechados la “taqiyya” (disimulo); desde Egipto se extendió rápidamente por países de Oriente Medio y el Maghreb, engrosando en diciembre de 2002 la lista de grupos terroristas aprobada por la Unión Europea (UE). Sus planteamientos habrían alimentado los atentados del 16-M (2003) en Casablanca y el 11-M (2004) en Madrid. El segundo de Al-Qaïda, Al-Zawahri, es un reconocido adepto del “takfir”. En Marruecos la ideología “takfir” inspira el pensamiento de la “Salafiya Yihadia” (Salafismo Combatiente), denominación global que agruparía a una nebulosa de grupos terroristas procedentes de escuelas teológicas diferentes, destacando tanto “Asserate Al-Moustakine” (El Camino Recto), quien en 2002 y hasta ser desmantelado por los servicios de seguridad perpetró más de veinte asesinatos sectarios, como el “Grupo Islámico Combatiente Marroquí” (GICM). A finales de septiembre de este año y tras el último atentado en Damasco, las autoridades sirias acusaron del mismo a una organización sunní “takfir”, considerada filial del “holding” terrorista de Al-Qaïda.

La comunidad musulmana es pues la primera víctima, cuantitativamente, del terrorismo islamista, afecto en mayor o menor grado a la ideología “takfir”; como se está demostrando, en sus atentados no se detiene en absoluto ante la matanza de mujeres y niños de confesión musulmana, a los que previamente se anatemiza. Igualmente no da marcha atrás en el planteamiento de objetivos contra objetivos occidentales, aun sabiendo que en los mismos puede haber un número indeterminado de víctimas musulmanas; así ocurrió en Nueva York, Casablanca (Casa de España) y Madrid. El objetivo que se persigue es triple: autoafirmación del grupo, “limpieza” religiosa en las filas de sus oponentes y control de la comunidad islámica por medio del terror.
 

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