Las barreras para el desplazamiento por una ciudad para
personas con discapacidad motórica obligados a ir en silla
de ruedas son muchas. Quizá la batalla más conocida es la de
las barreras arquitectónicas. Las reclamaciones y las
campañas informativas de las asociaciones están consiguiendo
mucho en este sentido. Mientras, existen otros ámbitos a los
que se les presta menos atención pese a que su importancia
es capital para los miembros de este colectivo. Un ejemplo
claro es el transporte público adaptado a personas con
discapacidad. Son pocos los autobuses y taxis con plataforma
para facilitar la entrada de estas personas que existen en
Ceuta.
Bien significativo es el caso de los taxis. Ceuta cuenta
actualmente con dos licencias de auto-taxi adaptado pero
desde hace unas semanas sólo queda uno. Un automóvil de
transporte público adaptado para un colectivo que en Ceuta
se acerca al centenar de personas.
Según explicaron desde la sección de Transportes de la
Consejería de Fomento la normativa no contempla un número
mínimo de taxis adaptados para Ceuta. Luego, la práctica
dice que cada ciudad ha de tener alrededor de tres taxis de
este tipo por cada 50 licencias. Pues bien, Ceuta tiene 108
taxis por lo que haciendo cuentas debería haber seis como
mínimo. Desde la Confederación Española de Personas con
Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) Ceuta reclamaron
que la ciudad cuente al menos con cuatro de estos vehículos.
Las hasta ahora dos licencias de auto-taxi para transporte
adaptado son las últimas que la Ciudad ha entregado en los
últimos cuatro años. Es precisamente este el periodo que la
Ley obliga a un taxi con esta licencia a ejercer el servicio
para personas con necesidades derivadas de una discapacidad
motórica. Después de este tiempo el taxista es libre de
convertir su automóvil en un utilitario normal y no ejercer
esta prestación.
Este es el verdadero problema. La única manera que tiene una
ciudad ahora mismo para dotarse de taxis para el transporte
adaptado es mediante la concesión de nuevas licencias. Esto
es así por que casi ningún taxista con licencia apuesta por
convertir su vehículo para este tipo de servicio.
Rentabilidad y costes. Son los dos grandes caballos de
batalla de los auto-taxis con plataforma para
discapacitados. El presidente de la Asociación Profesional
del Taxi, Luis Sarria, explicó que son muchos los costes: la
adaptación inicial del vehículo, el mantenimiento, el
consumo, etc.
La escasez de taxis para el transporte adaptado es una
problemática generalizada en todas las grandes y pequeñas
ciudades españolas, según explicaron desde Fomento. “Málaga
es una ciudad importantísima y tiene sólo tres de estos
vehículos, Sevilla tiene otros tres, Huelva uno y Cádiz
también uno”, detalló un técnico del área de transporte de
Fomento.
Entienden los propios miembros de este colectivo que la Ley
tampoco les ayuda en demasía. La no existencia de un mínimo
de vehículos o una ratio de automóviles en función a la
población podría ayudar. También sería efectivo, según
explicaron, que las licencias de taxis adaptados tuvieran
una vigencia mayor a los cuatro años.
Hoy en día no se entiende el funcionamiento de estos
vehículos sin la subvención del Estado, los Ayuntamientos,
los Gobiernos autonómicos o las asociaciones de
discapacitados mediante la firma de convenios.
La solución a este problema pasa por una acción decidida
desde el plano político. Habida cuenta de que la subvención
es el único motor que mueve a los conductores a prestarse a
dar un servicio que para un colectivo representativo de
Ceuta es “esencial”.
La Ciudad ha mostrado su disposición a seguir conveniando
este transporte pero ello está condicionado a las ayudas
estatales. El Ejecutivo autonómico ha recibido varios
varapalos en este sentido ya que no se han concedido
subvenciones para esta materia pese a los requerimientos
cursados al Gobierno central en los últimos años.
Desde COCEMFE Ceuta, María del Carmen Nieto se mostró
comprensiva con el gremio del taxi por los elevados costes
que genera este transporte por lo que demandó a la
Administración “un compromiso decidido”.
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