Estaba Ceuta inundada, desde el
sabado por la noche salieron los relámpagos y tormentas, el
agua empezó a caer a toda velocidad, una noche de espanto
daba pie a que el cielo se volcase contra Melilla y después
contra su hermana Ceuta, el barro salia como loco del monte,
los caños estaban para reventar y asi como un torrente sin
fin, a Ceuta solo la salvaba que todo fueran cuestas y
bajadas, si no toda estaria inundada.
Se pusieron de acuerdo los dirigentes y gobernantes, no como
otras epocas que se pedian ayuda y da rabia ver como uno que
partió los cuadros de la Asamblea, hoy conduce un coche del
parque municipal, espero algun dia yo poder partir los
cuadros de la primera planta y asi me den un puesto por la
cara, hay que nacer con gracia y no ser gracioso…. Llegó la
Unidad Militar de Emergencias, la que casi tuvo que venir
con el fuego de San Antonio, el cielo no paraba de rugir y
sacudir casi 300 litros por metro , en 48 horas, la mayor
sacudida de la historia en Ceuta, y es que hasta en eso
están cambiando los tiempos, los problemas de montes y
vaguadas, Benzú, Benitez, San Amaro, las zonas bajas de la
Marina, otra vez El Principe, que tristeza da su barrio para
bien o para mal, siempre en primera plana, los niños sin
colegio, el polideportivo abre sus puertas en señal de
hospitalidad y traigo aquí una plegaria mas allá de la
India, a los que se perdieron en el monte del Ceti, los que
vinieron de la tierra de mi padre y nada mas se supo de
ellos entre los matorrales del monte.
Es una oración pronunciada por mi hermano Carlos que dice
asi: Nunca hubo un tiempo en el que Yo no existiera, ni tú,
ni todos estos reyes, y en el futuro, ninguno de nosotros
dejará de existir.
Asi como en este cuerpo el alma encarnada pasa continuamente
de la niñez a la juventud y luego a la vejez, de la misma
manera el alma pasa a otro cuerpo en el momento de la
muerte. A la persona sensata no la confunde ese cambio. La
aparición temporal de la felicidad y la aflicción, y su
desaparición a su debido tiempo, es como la aparición y
desaparición de las estaciones del invierno y el verano.
Todo ello tiene su origen en la percepción de los sentidos,
y uno debe aprender a tolerarlo sin perturbarse.
Para el alma no existe e nacimiento ni la muerte, en ningún
momento. Ella no ha llegado a ser, no llega a ser y no
llegará a ser. El alma es innaciente, eterna, permanente y
primordial. No se le mata cuando mata al cuerpo.
Considerando tu deber específico como shatriya (guerrero),
debes saber que no hay mejor ocupación para ti que la de
pelear en base a los principios religiosos, asi que, no
tienes por que titubear.
Dichosos los shatriyas (guerreros) a quienes se les
presentan semejantes oportunidades de pelea sin buscarlas,
abriendoles las puertas de los planetas celestiales. Ese es
el camino de la vida espiritua y divina.
Despues de llegar a ella, el hombre no se confunde . Si
incluso a la hora de la muerte uno se encuentra en ese
estado, puede entrar en el Reino de Dios. Donde quiera que
esten, donde esté Krishna, el amo de todos los misticos, y
donde quiera que esté Arguyan, el arquero supremo, es seguro
que estarán tambien la opulencia, la victoria , el poder
extraordinario, y la moralidad. Tambien ellos son criaturas
de Dios.
|