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Este fin de semana la ciudad
autónoma ha sido lugar de encuentro de múltiples y muy
variados colectivos. Por el Palacio autonómico han desfilado
para recibir el saludo afectuoso del Gobierno ceutí un
centenar de soldados de la XXVIII promoción de la Academia
General decenas de aviadores veteranos y medio centenar de
miembros Asociación de Antiguos Alumnos de la Guardia Civil
de la delegación de la localidad madrileña de Valdemoro. En
total y a grosso modo, sin contar familiares,
aproximadamente doscientas personas, una cifra nada
desdeñable si se tiene en cuenta la capacidad hotelera total
de Ceuta, que hace escasas fechas fue escenario también de
la multitudinaria reunión anual de las Hermandades y
Cofradías de Penitencia de toda España. Al hecho, aparte de
la evidente repercusión económica positiva que tiene, puede
dársele también una segunda lectura tanto o más importante
por lo que significa como lugar de encuentro cada vez más
apetecible para personas de todo origen y condición
profesional, religiosa… Así se demuestra que el discurso
oficial que una y otra vez lanza el presidente de la Ciudad,
Juan Vivas, resaltando el carácter abierto e integrador de
esta tierra no está compuesto de palabras vacías, sino que
tiene un sustrato real que hay que potenciar. Para ello no
sólo es importante que la Consejería de Turismo, en
colaboración con la Autoridad Portuaria, que tan buen
trabajo en el ámbito de los cruceros está realizando, logre
atraer a Ceuta a empresas hoteleras para establecerse aquí,
sino que todos los ceutíes se involucren en la tarea de
hacer atractiva al visitante la ciudad para que repita. Por
eso es alarmante que haya desalmados en determinados
establecimientos que abusen del turista con precios
desorbitados como los que hemos conocido esta semana. Puede
ser una simple anécdota, pero tanto la Ciudad como la Cámara
han hecho muy bien en dar la voz de alarma y advertir de que
seguirán de cerca este tipo de cosas. Es imprescindible que
así sea porque en el tiempo de Internet cualquiera de estos
detalles puede causar un daño difícil de reparar.
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OPINIÓN / EDITORIAL
