Es el “pan nuestro de cada día”,
la búsqueda de un puesto de trabajo, allí donde exista una
mínima posibilidad de lograr un salario, aunque sea corto,
para no tener que depender de nadie o para no tener que mal
vivir.
Es la situación que nos está tocando vivir, y especialmente
a los jóvenes que con, o sin , estudios tienen que buscarse
la vida donde y como pueden.
Y veo un titular en nuestro periódico El Pueblo de Ceuta
(edición del pasado jueves día 23) donde se dice que “una
media de 25 ceutíes quieren entrar cada mes en la Armada”.
No me extraña, y de esos 25, es posible que, un buen tanto
por ciento lo sea por verdadero afecto a la Armada, pero
otro tanto por ciento más numeroso lo intentará para así
tener, de momento, un trabajo seguro.
Llevamos varios días viendo como se proporciona información
a aquellos que la solicitan, con las posibilidades que
conlleva alistarse en la Armada.
Hace años, cada vez más, la juventud al irse acercando la
edad para cumplir el servicio militar, cuando era
obligatorio, trataban de idear mil peripecias para, con un
poco de suerte, evitar ese año, o el tiempo que fuera y que
les frenaba los estudios, o les privaba, durante ese tiempo,
seguir en su trabajo.
Aquello pasó, se dio un salto, no sé si a la realidad o al
vacío, y hoy hay muchos, cada vez más, que buscan el cobijo
del uniforme, para tener un sueldo asegurado, durante un
tiempo.
Y hay algo que cada vez es menos nuevo, en cuanto que son
más las mujeres que muestran interés, tanto o más que los
hombres, por lograr un puesto ahí.
También tiene su explicación. Afortunadamente, la mujer hoy
sabe que está liberada de esa situación a la que muchas
estaban sometidas, para atender la casa, “ser una buena
madre o una buena esposa” y pasar una gran parte de su vida
atendiendo las necesidades de su casa.
La mujer, también, ve con buenos ojos poder enrolarse en la
Armada. Sabe que ella puede cumplir a la perfección las
distintas facetas que allí se le encomienden, con lo que
está entrando, cada vez más, en ese terreno que durante
muchos años estuvo vedado a estas mujeres.
Se dice que alrededor de 25 ceutíes intentan pasar las
pruebas para acceder a una de las vacantes de Marina. Antes
muchos tuvieron que ir a la fuerza, ahora, si se puede,
hasta buscando una recomendación.
Todo aquel que tenía interés, durante estos días, ha podido
recibir cumplida información sobre las ventajas de acceder
al cuerpo de Marina.
Se han convocado 215 plazas en toda España para alistarse a
la Armada y naturalmente la crisis, que se nota en todas
partes, ha hecho que incluso muchos gaditanos se hayan
examinado en Ceuta, bastantes de los cuales han logrado
aprobar.
Aquí vemos que en la Armada hay quienes encuentran la
solución, para no verse en el paro, o buscando algún
trabajo, como fuera, en otra parte.
El compromiso de un marinero es de dos años, que además
puede ser renovado hasta dos ocasiones, con lo que al entrar
ya puede asegurarse un trabajo para esos años más
complicados que veía todo negro.
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