Anselmo, que sólo jugó unos minutos ante el Telde al
mandarlo Ali a la ducha por darle una patada a una silla en
el banquillo, no se marcha del equipo ‘unionista’, pese a
que después del encuentro le expresó a Antonio Fernández
Prieto y Felipe Escane, presidente y vicepresidente del
Ceutí respectivamente su deseo de abandonar el plantel
entrenado por Ali. El pivote aseguró a este medio de
comunicación que “no estuvo bien lo que hice, pero fue fruto
de un calentón. Nos acababan de meter un gol, un compañero
me dijo que no habíamos defendido bien y... lo pagué con una
silla”.
El jugador digirió mal la decisión del técnico de impedirle
seguir jugando por su inadecuado comportamiento, pero en la
mañana de ayer mantuvo un ‘cara a cara’ con Rafael Almagro.
“Hemos hablado del incidente y Ali me ha dicho que tengo las
puertas del equipo abiertas y cuenta conmigo. He decidido
continuar porque sé que la plantilla no es amplia y tampoco
quiero dejar ‘tirados a mis compañeros”. Anselmo, salvo que
su trabajo se lo impida, viaja hoy a Puente Genil.
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