Hoy hace un mes que su muerte fue motivo de noticia en
tierras ceutíes. Un notorio alcalde que inició los proyectos
de urbanización de la ciudad autónoma y apostó por la
prosperidad de Ceuta, anclada en la antigüedad y el retraso
propicios de aquella época. Ayer, cumpliéndose casi un mes
desde su reciente fallecimiento, el pueblo de Ceuta revivió
sus actuaciones en una eucaristía realizada en su nombre en
la iglesia de Nuestra Señora de África.
José Zurrón presidió la alcaldía de Ceuta desde 1967 hasta
1972 siendo reconocido como uno de los alcaldes más
poderosos del S.XX y el Franquismo ya que en su persona
delegó más cargos, entre ellos, jefe provincial del
movimiento y procurador en Las Cortes, según explicó José
Luis Gómez Barceló, cronista oficial de la ciudad. Supo
formar un buen equipo de concejales que lo ayudaron a dar un
gran impulso en las áreas de urbanismo, tradiciones, cultura
o deportes. Junto a su colaborador y sucesor, Alfonso Sotelo
Azorín, creó el Instituto de Estudios Ceutíes, la sala de
Arqueología y los Premios Ceuta. Fomentó la construcción de
barriadas, una de ellas lleva actualmente su nombre, José
Zurrón, y promocionó la edificación de la Gran Vía. Uno de
los motivos por el que más se le recuerda, es porque fue el
primer alcalde que recibió a los Reyes de España cuando
éstos eran Príncipes. “La visita se produjo el 20 de
septiembre de 1970, cumpliéndose el 50 aniversario de la
fundación de la Legión. Zurrón recibió a los Príncipes en el
puerto de Ceuta y juntos subieron a la Legión y la princesa,
ahora Reina Sofía, entregó una bandera. Luego el alcalde
llevó al matrimonio a la iglesia Virgen de África y allí
estuvieron en el camerín, se encontraron con las cofradías y
se escucharon cánticos. Tras la visita al tempo, se celebró
en el Salón del Trono del Ayuntamiento un almuerzo y más
tarde, José Zurrón guió a los Príncipes a San Antonio para
visualizar la ciudad y explicarles los proyectos que tenía
en mente”, narró el investigador Francisco Sánchez Montoya.
En 1972 fue nombrado gobernador de Badajoz y a su salida de
la Ciudad recibió varios galardones, entre ellos la medalla
y el escudo de oro de la Ciudad, además de ser nombrado hijo
predilecto de Ceuta. A pesar de residir en la península,
nunca perdió el contacto con la sociedad ceutí de ahí que un
mes después se celebre una eucaristía recordando sus hazañas
por la ciudad.
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