Un trabajador de la empresa Dragados que estaba desempeñando
tareas de peón en la obra del nuevo hospital sufrió heridas
en más del 50 por ciento de su cuerpo tras el incendio que
se produjo en una la sala de quirófano del edificio. El
joven, de Gambia, tuvo que ser trasladado a la Unidad de
quemados del Carlos Haya.
Existen dos hipótesis de lo ocurrido en la mañana de ayer en
el nuevo hospital. La primera es la única que mantiene un
desarrollo de principio a fin y en la que coincidían la
mayoría de los trabajadores tras el suceso: el trabajador
habría dejado el foco de luz más tiempo de la cuenta
encendido y éste habría ocasionado que la cola que utilizan
para colocar las moquetas en el suelo se incendiera y
prendiera fuego también en el individuo. La otra hipótesis
apunta a su tarea de soldador y, según pocos rumores, el
soplete habría sufrido una deflagración.
Lo que sí queda claro es que la habitación era la de
quirófano, que estaba en penumbra, -debido a que la
luminaria es lo último que se instala en toda construcción-
y que junto al herido había otra persona, que es quien dio
el aviso a los operarios de las salas colindantes. Los
trabajadores comentaron que cuando entraron en la habitación
a socorrer, ésta estaba llena de humo y la víctima envuelta
en llamas. La ayuda de los extintores fue providencial para
sofocar el fuego y evitar una catástrofe. Aún así, fue
imposible evitar que el gambiano -que tenía permiso de
trabajo- sufriera quemaduras en más del 50 por ciento de su
cuerpo, según informaron fuentes del hospital del Ingesa. La
Policía Local acudió de inmediato; tras ellos, los bomberos;
y, por último, la Policía Nacional, la sección científica e
Inspección de Trabajo.
El joven tuvo que ser trasladado de inmediato al hospital
del Ingesa y rápidamente fue intervenido por los doctores. A
continuación, pasó a la Unidad de Cuidados Intensivos y, por
último, fue trasladado a la Unidad de Quemados del hospital
malagueño Carlos Haya.
Los trabajadores apuntaron que el herido no perdió la
consciencia antes de ser evacuado al hospital y que el
accidente se haya debido a un error humano, aunque serán las
investigaciones policiales las que determinen qué ha
ocurrido con más exactitud. Desde la empresa Dragados no se
aportó ninguna versión oficial y se apostó por el silencio.
Según los trabajadores, la constructora obliga y hace
hincapié en que sus empleados cumplan con las medidas
preventivas de accidentes laborales y aseguraron que ellos
mismos disponen de todos los medios para paliar un
accidente. En cuanto al interior del hospital, no sufrió
desperfectos notables.
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