Desde el lunes, la UNED se ha convertido en la sede social y
el lugar de encuentro de las mujeres participantes en los
diferentes talleres puestos en marcha por el Centro Asesor
de la Mujer de la ciudad. Manualidades, confección, teatro y
sevillanas son algunas de las propuestas que por allí se
encuentran pero la que más hueco se hace es la expresión
corporal a través de la interpretación y el flamenco, que se
convierten en iniciativas de socialización para este
colectivo.
Desde tempranas horas de la mañana comienza la actividad en
la sede de la UNED. Y cómo mejor que con una buena música y
el ritmo del flamenco para preparar cuerpo y mente en la
dura jornada del día a día.
Las alumnas del curso de sevillanas, puesto en marcha por el
Centro Asesor de la Mujer, llegan a la sede de la UNED sobre
las nueve de la mañana cuando apenas resurgen los primeros
rayos de sol. Unas palabras, miradas de ensoñación y gesto
amable son las sensaciones iniciales, que desaparecen en
instantes y se convierten en pasión e ilusión con los
primeros pasos que marcan las sevillanas. Es entonces cuando
las sonrisas y las ganas de más se hacen imperantes en la
sala, que cobra vida con los sones del puro flamenco.
“Empezamos paulatinamente marcando pasos, luego brazos y así
progresivamente vamos introduciendo la música y con ella las
sevillanas. Pero de una forma simple y sencilla para
personas adultas que hace tiempo que no han hecho ejercicio
y necesitan incrementar la movilidad, la lateralidad y luego
intercambiamos ritmos con un poquito de salsa, de merengue,
chachachá; movidito para que se vayan soltando y se
diviertan”, explicó Inmaculada López, monitora del curso de
sevillanas y teatro. Ocupan su tiempo libre, se relacionan,
comparten experiencias y sensaciones de la rutina diaria.
Pero asistir a las clases, les devuelve la vida. “De momento
me han apuntado a teatro porque el cupo de plazas para
sevillanas, que era de cien, ya está cubierto. Soy primeriza
pero poquito a poco iré integrándome más y debería haberme
apuntado antes porque esto me encanta”, confesó Concepción
Nieves, alumna del curso.
Interpretación teatral
Tras la aceleración cardíaca y el sentir de las sevillanas,
llega el momento de la interpretación, de la manifestación
emocional y el ubicarse dentro de una escena. “Tenemos una
primera toma de contacto y una vez que hacemos la lectura de
un texto, entre todas elegimos una obra e iniciamos la
división de escenas para luego representarlas. Cualquier
actividad de creatividad es buena y en el teatro, la lectura
y la escritura se perfeccionan mucho”, sintetizó la
monitora. Y es que la interpretación, la expresión del alma
y la mente en su conjunto, resulta muy provechosa para este
colectivo de mujeres.
“Llevo 9 años apuntada a los dos cursos porque el teatro me
gusta mucho y ha sido para mí algo maravilloso. El teatro ha
cambiado mi vida; estudio los papeles por la tarde y tienes
otro contacto con las compañeras, haciéndote más tolerante y
aumentando el contacto”, se sinceró, con alegría en su
mirada confiada, la participante de teatro, Concha
Villanueva.
No sólo son clases, ejercicio o meditación. Todo ello
implica cercanía y socialización.
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