La erosión de las continuas lluvias ha hecho mella en las
laderas de tierra del vertedero de Santa Catalina. Parte de
una de las laderas se desprendió ayer y cayó al mar. Las
aguas colindantes al muro del vertedero sufren un proceso de
eutrofización, un exceso de algas que produce la ausencia de
la vida marina.
El vertedero se encuentra completamente clausurado y ha sido
un punto de almacenaje de los residuos urbanos de la ciudad
durante más de 50 años. La Consejería de Medio Ambiente
tiene proyectado el sellado de Santa Catalina y la posterior
construcción de un parque urbano en el lugar.
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