La Junta de Personal docente tachó de “arrogante” ayer la
Administración por establecer los servicios mínimos para la
huelga del 27-O sin negociarlos previamente con las
centrales. “Esta es una actitud sin precedente”, apuntaron.
Directores y jefes de estudios serán los encargados de
coordinar a los docentes para que los escolares estén
atendidos.
La Junta de Personal docente conoció ayer oficialmente la
carta de servicios mínimos de cada centro para la próxima
jornada de huelga del 27 de octubre procedente de la
Delegación del Gobierno. Una hoja que, según denuncian, no
fue consensuada con las centrales.
Así, la Junta de Personal denunció ayer mediante un
comunicado la “prepotencia” de la Administración por
establecer los servicios mínimos para la huelga sin
negociarlos previamente con ellos. Además, tacharon de
“arrogante” esta actitud por propiciar una situación sin
precedentes.
Si bien es cierto que la Administración no tiene obligación
de negociar los servicios mínimos, hacerlo es un acto de
cortesía y hasta ahora siempre se había hecho, indicó
Antonio Palomo desde CCOO. Por su parte, el secretario
general de FETE-UGT, Francisco Lobato consideró una
“barbaridad” que la Delegación “se haya saltado el paso de
la negociación sindical”.
Estos servicios mínimos, que hoy se han hecho oficiales para
los centros, establecen la obligación del director y del
jefe de estudios de colegios e institutos de coordinar a los
docentes que no secunden la huelga para que los escolares
estén atendidos.
Por otro lado, CSI-CSIF anunció ayer mediante un comunicado
su adhesión a la campaña de movilizaciones de la Junta de
Personal. La central considera una “discriminación” hacia
los docentes el incumplimiento del acuerdo.
Palomo se mostró convencido de que el apoyo masivo del
profesorado a la huelga obligará al MEPSYD a mover ficha.
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