El pasado sábado, en el hotel Tryp,
se celebró el congreso del Partido Popular y en él tal y
como estaba previsto, porque estaba más cantado que
“macarena”, salió reelegido presidente de los populares,
Pedro Gordillo, único candidato que se presentaba para el
cargo.
Tras el escrutinio de los 288 votos, los resultados
arrojaron 280 papeletas a favor, 3 en contra y 5 en blanco,
con lo cual renovó la presidencia con un 98’2% de respaldo.
La cosa no está nada mal, para el único candidato a la
presidencia de los populares ceutíes. Casi, casi, lo hace
por aclamación, de no ser por esos 3 votos en contra y esos
cinco en blanco
A ver que se personen ante mí, de forma inmediata, los tres
que dijeron que NO y los cinco que votaron en blanco, que os
vais a enterar de lo que vale un peine. Por vuestra culpa no
ha sido reelegido con el 100 por 100 de los votos, lo que
hubiera dado lugar a ser por aclamación.
Tengo que hacer las gestiones oportunas, para enterarme
quiénes han sido esos ochos militantes, compromisarios que
han tenido la osadía de realizar semejante hazaña. A esos
jamás les perdonaré su atrevimiento. Las cosas claras para
que nadie se llame a engaño.
Sabéis por qué os daré mi particular castigo, porque habéis
roto todas mis previsiones. Servidor, perdón por señalar que
está una jartá de feo, había apostado que saldría reelegido
con el 100 por 100 de los votos.
Y no sólo por eso sino porque además, vuestra osadía, me va
a costar una pasta gansa, al perder la apuesta que había
realizado con el desgraciado del enano. Al tío, le faltó
tiempo para llamarme a las tres de la tarde diciéndome el
resultado y preguntándome dónde íbamos a comer.
Ustedes los que habéis votado que NO, sólo sois tres como
las hijas de Elena que ninguna era buena. Pues eso sois
ustedes malos, muy malos y el demonio os va a castigar con
todas las penas del infierno lo que, por supuesto, me dará
una gran satisfacción. Malos, que sois muy malos.
El problema que se me presenta es que no os puedo castigar
con todas las penas del infierno, pues según dicen los, o
sea los que más saben de estas cosas el infierno no existe.
Y para más INRI, tampoco os puedo mandar al paraíso, si
pertenecéis al género masculino, porque me he enterado por
la televisión de que “sin tetas no hay paraíso”. Total, que
no sé dónde os puedo mandar.
Hay siglos que no estoy para nada. Está visto y comprobado
que no os puedo castigar, tal y como se me apetece. La única
solución, como castigo, es que no os volveré a hablar más.
¡Toma del frasco, Carrasco!.
He perdido una apuesta, por me queda el consuelo que más
habéis perdido ustedes, a los que todo quisqui os va a
volver las espaldas por haber sido tan malos por el mal
comportamiento que habéis tenido a la hora de depositar
vuestro voto. En el pecado lleváis la penitencia. De todas
formas, queridos hermanos, como es día de satisfacción os
perdono.
|