Han transcurridos ya varios días
desde que se celebró el Congreso del Partido Popular y aún
se sigue hablando y escribiendo de él (a propósito: este
periódico hizo un magnífico especial del acontecimiento). El
cual viví, durante muchos minutos, en la sala de estar del
Tryp, mientras esperaba que el jefe de cocina del
establecimiento le diera su punto a una paella que le había
encargado horas antes.
En la sala de estar del hotel se cuchicheaba de cuanto había
sucedido en la planta quinta hasta ese momento en que los
compromisarios e invitados aprovechaban un descanso para
murmurar a destajo. En algunos casos, una prudencia
habitual, quienes largaban se cuidaban mucho de mirar a su
alrededor antes de pronunciarse.
Manolo Lancha, sin embargo, no dudó en reconocerme
que María Dolores de Cospedal no le hacía
tilín. Por más que el hacedor del estatuto regional de su
partido no supiera todavía la cantidad de tópicos que les
iba a ofrecer la secretaria general en su discurso: “Aquí,
en Ceuta, me siento más española que nadie”. Fue el primero
de ellos. Luego, cuando relacionó a Vivas con no sé qué de
aparcamientos, terminó por evidenciar que no se había
preparado la visita. Ah, Lancha me cayó la mar de bien.
Aunque sus ideas vayan por caminos muy opuestos a las mías.
Y es que pensar lo mismo a veces es tanto o más coñazo que
‘El dardo de los jueves’ de Aróstegui.
Aunque lo mejor estuvo en ese compromisario que se me acercó
sigilosamente para pedirme que hiciera un apartado con él a
fin de recitarme de memoria el siguiente párrafo: “Sepa
usted, De la Torre, que yo desconfío de una persona
que permanezca mucho tiempo en el mismo empleo o que al
entrar a la Iglesia produzca en los demás la impresión de
que Dios no es allí en absoluto más antiguo que él”.
Y dicho ello, se despidió de mí y se encaminó hacia la
planta donde Gordillo disfrutaba de un día grande
para su historial político. Curioso: horas después, leyendo
‘La Razón’, -sí, hombre, uno también lee ese periódico;
sobre todo porque en él se publica una columna de José
Luis Alvite, titulada ‘Almas del nueve largo’, que es
deleitosa-, comprendí que el párrafo del compromisario se lo
había tomado prestado a Alvite. Y es que también entre los
populares los hay que gustan de leer a los mejores.
Otro compromisario aprovechó la ocasión para hablarme de
fútbol y, concretamente, de la Asociación Deportiva Ceuta. Y
me puso al tanto de lo siguiente, con la solemnidad
proporcionada por el convencimiento de poseer una
información muy válida: “Tengo que decirte que si el Ceuta
no le gana al Marbella mañana, Benigno Sánchez será
sustituido por Pepe Escalante; el cual es muy amigo
de José Enrique Díaz, director técnico”. Pues muchas
gracias por enterarme de ello...
Y para terminar pregunto: ¿si Javier Arenas no ha
querido venir al Congreso para, como están propalando los
interesados, no quitarle el menor ápice de protagonismo al
asunto, cómo es que se quiso, hasta última hora, conseguir
la asistencia de Rajoy? ¿Acaso éste es menos
importante que el campeón sevillano?
Nota: la palabra tándem, usada indirectamente, sería
metáfora y nunca apelativo. ¿Verdad, Javier Arenas...?
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