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sociedad - MARTES, 21 DE OCTUBRE DE 2008


Ocean Monarch y Thomson Destiny. ep.

turismo
 

La ciudad recibe la visita de dos cruceros con 1.750 turistas a bordo

El `Ocean Monarch´ y el `Thomson Destiny´ arribaron ayer a las caras de poniente y levante del Muelle España en una estancia de quince y nueve horas respectivamente
 

CEUTA
Fernando M. Caracena

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Unos 1.750 turistas conocieron ayer la ciudad tras su llegada en dos cruceros: el Thomson Destiny y el Ocean Monarch que trajeron unos 1.450 británicos y 300 franceses respectivamente. La Autoridad Portuaria hizo entrega a las 11.30 horas de una placa conmemorativa por la primera vista al puerto al capitán del Ocean Monarch. Turismo puso dos carpas con trípticos de información sobre la ciudad a disposición de los visitantes y tres autobuses para que acercaran al pasaje a las zonas céntricas de la ciudad. La mayoría optó por pasear por los comercios y las tiendas y conocer las vías principales.

Tras la última visita en domingo del Thomson Destiny, abonado al puerto de Ceuta, la masiva llegada de turistas fue mucho más visible y más satisfactoria para unos comercios en plena actividad. Ayer desembarcaron 1.750 turistas provenientes de dos cruceros: el Ocean Monarch y el habitual Thomson Destiny. Ambos cruceros podían contemplarse desde el centro de la ciudad, anclados en las caras poniente y levante del Muelle España. El Ocean Monarch dejó 300 visitantes, en su mayoría franceses, que arribaron a las 8.00 horas procedentes de Barcelona y partió a las 23.00 rumbo a Argel. La Autoridad Portuaria le regaló una placa conmemorativa a las 11.30 horas con motivo de su primera visita al puerto de Ceuta. El Thomson Destiny, por su parte, alcanzó el puerto en su horario usual, a las 9.00 horas, con 1.450 turistas principalmente británicos que venían de hacer escala en Casablanca.

Turismo dispuso dos carpas donde dos azafatas ofrecían los trípticos informativos editados por la Ciudad, como viene haciendo en todas las visitas de cruceros. También tres pequeños autobuses hicieron constantes trayectos entre el Poblado Marinero y el desembarque de ambos buques. Viajes Flandria, en conformidad con las compañías de cruceros, ofreció una ruta guiada por Marruecos: “Muy pocos han decidido ir y la mayoría ha preferido conocer la ciudad” aseguró el gerente de Servicios Turísticos, Aquiles Ruiz.

La actividad en el centro de la ciudad bullía con la presencia de los foráneos. La mayoría decidió desperdigarse hacia las calles principales y revolotear por las zonas comerciales: “Encantadora”-dijo un matrimonio de edad avanzada-”una ciudad muy tranquila, a pesar del tráfico”. “Limpia y bonita” señaló una mujer que dejaba colgar unas botas compradas en un conocido establecimiento local. Por la tarde, muchos se aventuraron por las partes de la Ciudad no tan turísticas (outside intuyó un hombre que rondaba la cincuentena) o pisaron las playas dando un cinematográfico paseo otoñal.

Estos no serán los últimos cruceros que lleguen a Ceuta. La temporada dura unos nueve meses y aún quedan buques por llegar. Recientemente la Autoridad Portuaria indicó que el tráfico crucerístico se había doblado en un año con un total de 25 escalas y 13.500 pasajeros.
 


Dos cervezas: dieciséis euros

Después de que los anglosajones hayan descubierto recientemente la pieza clave del capitalismo neoliberal: estatalizar bancos, Ceuta recibe periódicamente nuevas bendiciones del mundo del Atlántico Norte en forma de libras y dólares. A lo Mister Marshall pero sin alcalde y cura. Ayer un matrimonio de un pueblecito inglés cercano a Liverpool fue a una de las cafeterías de una plaza céntrica de la ciudad para descansar en su camino y tomar una cerveza. Dieciséis euros. Dos cervezas: dieciséis euros, les dijo el camarero a lo zoco árabe pero sin la benevolencia del regateo. La pareja definió la ciudad como limpia, coqueta y bella; un descubrimiento inesperado en una escala desconocida. Pero el escozor les llevó a hacer constar el hecho en el diario de a bordo. Ahora que nos hemos redescubierto como europeos y hemos dejado la esencia de Unamuno para la fiesta nacional y nos hemos olvidado del cura y del alcalde podríamos intuir que dos cervezas por dieciséis euros no es política duradera. Mister Marshall pasó de largo, por muy bien que cantara Lolita Sevilla.
 

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