La tarde de ayer no era una cualquiera. La mala racha de
resultados obligaba a la AD Ceuta a ganar al Marbella para
detener la caída libre de los ceutíes, y así lo hicieron.
Aunque para ello tuvieran que aburrir al respetable con el
juego espeso, falto de ideas, sin apenas mordiente, que
tuvieron que padecer los congregados ayer en el Alfonso
Murube. Todo hasta la recta final del encuentro, cuando
Elvis adelantó a los suyos al empujar un balón en la misma
línea de gol y, ya en tiempo de descuento, rubricar el
triunfo al culminar un contragolpe. Dos acciones aisladas
que sirven para espantar los nubarrones que se cernían sobre
un Benigno Sánchez que empezaba a estar cuestionado, y que
ayer volvió a sorprender con un equipo en el que hubo varias
novedades.
Las más relevantes la presencia del canterano Ángel Moreno
en el once inicial, tras recibir durante la semana el alta
federativa por cumplir los seis meses de baja, y que Alberto
estuviera sentado en el banquillo, al haber sido fijo en las
ocho jornadas precedentes, suplido por un De Lerma que
cumplió en Cádiz su partido de sanción. Además de la entrada
de Sandro en el centro de la zaga, para cubrir la baja de
Dani Martino, y la de Elvis por Javi Navarro. Lo que llevó
al nigeriano al costado derecho del ataque caballa, y por
ende a Álvaro a la mediapunta. Un planteamiento inicial que
no sirvió para que los blancos demostraran su teórica
superioridad.
De hecho los ceutíes empezaron perdonando por mediación de
Elvis y Txiki. A los cuatro minutos el nigeriano, que había
hecho lo más difícil al plantarse con inteligencia solo ante
Ávila, estrelló el balón en la valla publicitaria. El mismo
destino que el posterior disparo de Txiki, que igualmente se
plantó solo ante el meta marbellí al ser habilitado por De
Lerma. Un Txiki que instantes antes lo intentó desde la
frontal, a pase de Fran Amado, topándose con un Ávila que
desvió lo justo a saque de esquina.
Entretanto los malagueños, muy romos en ataque a lo largo de
toda la tarde, se acercaban tímidamente a los dominios de un
Lledó que apenas tuvo que emplearse. Teniendo en cuenta que
los intentos del rival se marchaban desviados, como el
disparo de Cristian, otro de Carlos Rivera desde lejos
buscando la escuadra, o el intento de Góngora que siguió los
mismos derroteros. Pobre bagaje si los de José Luis Montes
querían llevarse algo más que el empate del Alfonso Murube.
Partiendo de la base que los marbellíes plantearon el duelo
desde la racanería, con la consigna de lograr el cero a
cero. Un resultado con el que se llegó al descanso, tras una
primera mitad insufrible para el espectador, en la que
ninguno de los dos conjuntos supo hacerse con el dominio de
la situación.
Si mal había terminado la primera mitad para los locales,
pero fue el inicio del segundo periodo. Hasta el punto que
los costasoleños se hicieron con el control, intentándolo
Góngora con un centro chut. Un panorama adverso ante el que
Benigno Sánchez dio entrada a Javi Navarro por Sergio
Castaño, que al menos sirvió para que los suyos se
recompusieran. Eso sí, las ocasiones cayeron con
cuentagotas.
La más clara, al botar De Lerma una falta en la frontal que
Ávila repelió de puños. El resto, intentos sin mucha fe que
se marcharon por encima del travesaño, como el remate de
Txiki de cabeza, el libre directo sacado por Pepe Martínez o
el intento de Javi Navarro. El mismo destino que,
afortunadamente para los ceutíes, tuvo la acción de Carlos
Rivera al internarse en el área caballa. Negro futuro para
un Benigno Sánchez que decidió echar toda la carne en el
asador, dando entrada a Anxo por Txiki y a Jesús Villatoro
por Ángel Moreno. Una apuesta ofensiva que le salió bien al
lorquino.
En la recta final del encuentro, cuando daba la sensación
que Ceuta y Marbella se iban a repartir el botín, una acción
aislada de Anxo cambiaría el partido, al forzar una falta en
la frontal que acabaría en córner, al ser botada por Álvaro.
Allí, en el saque de esquina, nacería el primer gol de los
ceutíes, al aprovechar la falta de contundencia de la
defensa marbellí, llegando el esférico a los pies de Elvis,
que en la misma línea de gol, únicamente tuvo que empujarla.
Un tanto que, a falta de diez minutos, obligó a José Luis
Montes a irse al ataque a la desesperada. Lo que propició
que en tiempo de descuento, y con los malagueños volcados,
Álvaro iniciara desde su propio campo una contra, conducida
por Fran Amado y culminada por un Elvis que firmaba el
segundo de su cuenta particular y el triunfo caballa después
de tres jornadas sin hacerlo.
Un resultado que sirve para espantar los fantasmas que
amezaban con introducirse en el vestuario caballa, y que
dejaban al técnico murciano en una situación más que
delicada. Pero, tergiversando el refrán, ´Dios aprieta, pero
no ahora´.
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