Puede ser el escándalo que
salpique, de manera irrefutable a parte de la casta política
de Ceuta, hoy.
Y aquí, más que en ninguna parte, debe aclararse de una
forma meridiana qué manejos hay ocultos para que se estén
dando los conflictos que acaban de salir a la luz pública.
En unas oposiciones, y por ellas hemos pasado en algún
momento, así como por exámenes de cierto rigor, todo lo que
no sea igualdad para todos es estar beneficiando a una parte
y estar jugando, al mismo tiempo, con el pan de otros.
A partir de aquí, lo único que impera es la igualdad de
trato para todos, sin ventajas para “los del asa de la
caldera”, en detrimento de aquellos que yendo con una buena
preparación se queden en la calle, por el compadreo y la
falta de corrección del “tunante” de turno.
¿De cuando y desde qué punto pueden llegar los sobres
abiertos con los ejercicios que van a tener que cumplimentar
unos opositores?. Siempre hemos visto, y por más de una de
esas pruebas hemos pasado, desde los exámenes de la ya
extinta reválida de 4º de Bachillerato, de la de 6º de
Bachillerato, de cátedras y de agregadurías, que en
presencia de los examinantes y de los examinandos se abrían
los sobres correspondientes y, a continuación, se entregaba
el examen a cada uno de los que tenía que hacerlo. Y hay
más, cuando había la opción de que no fuera examen único,
sino que se había confeccionado, por parte del organismo
correspondiente, dos o tres exámenes para elegir uno, se
sorteaban los sobres, en presencia de los ya citados y se
abría aquel que había caído en suerte.
Eso es lo normal, lo correcto o lo ético, en casos de este
tipo, y debiera haberlo sido, también, en la oposición a las
nueve plazas de agentes de la Policía Local.
¿Por qué no ha sido así? ¿Qué mano o qué manos se están
moviendo por detrás?. Si, tras todo esto, hay la intención
de establecer algún tipo de cambalache , es que habremos
entrado en la desvergüenza y en la infra valoración de un
cuerpo digno como es y debe seguir siendo la Policía Local.
Y aquí, que nadie “mire para otro lado”. Por una vez y ya
veremos si sirve de precedente, ojalá sí, estoy totalmente
de acuerdo con los sindicatos CCOO y UGT en la denuncia ante
la Fiscalía, de esas “aparentes irregularidades”.
Y la tensión por todo esto no es de ayer, aunque los
problemas del jueves hayan sido el último aldabonazo, el
problema viene desde el mes de julio pasado y ahora se ha
terminado de acrecentar.
En estos momentos, por lo menos en principio, el primer
barro parece que salpica, ya veremos si con o sin culpa, a
los psicólogos.
Los políticos, que una vez más pueden quedar en la cuerda
floja, hablan si están en la oposición, si están en el poder
dejan que vaya pasando la tormenta, y las dimisiones o
destituciones habrá que dejarlas para el 31 DE FEBRERO.
Mohamed Alí, que sigue con su labor de oposición cuando hay
que hacerla, bien trabajada, es el que está dando la cara y
pide al presidente Juan Vivas que “depure responsabilidades
políticas”, al tiempo que ha solicitado que se paralicen
esas pruebas, por estarse vulnerando todos los principios
elementales de acceso a la Función Pública. Ahora mismo,
viernes por la tarde, no hay nada nuevo. Esperamos a días
venideros.
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