La quinta campaña de excavaciones en el yacimiento del
abrigo y la cueva de Benzú comenzó el pasado jueves con la
instalación de los andamios necesarios y la demarcación de
la perimetría del terreno. El viernes un grupo de
espeleólogos limpió el abrigo de Benzú para la seguridad del
equipo de la Universidad de Cádiz, se completó la
instalación del laboratorio en el colegio Ortega y Gasset y
se dieron las primeras explicaciones de los trabajos al
grupo de voluntarios. Finalmente comenzó la excavación
registrando el nivel 5 de 160.000 años de antigüedad
realizando los primeros hallazgos de industria lítica.
Serpeteando por la sinuosa carretera que sigue el perímetro
fronterizo de Benzú, frente a la perfecta nariz egipcia de
la Mujer Muerta, el equipo de la Universidad de Cádiz que
estudia el yacimiento arqueológico del abrigo y la cueva de
Benzú comenzó a preparar el jueves el andamiaje y la
perimetría del terreno para hacer su quinto asalto
arqueológico y descubrir qué nuevos hallazgos guarda el
regazo de las duras rocas sedimentarias de Benzú.
“Ahora, tras las campañas que tenemos a nuestra espaldas,
sabemos tratar con el yacimiento y lo que vamos a buscar”
dijo el profesor de la Universidad de Cádiz y coordinador
del yacimiento, José Ramos. El objetivo principal de esta
quinta campaña de trabajos de campo, séptima si se suman los
estudios realizados fuera del yacimiento, es registrar los
niveles más bajos del abrigo que alcanzan los 300.000 años,
lo que convierte a la cueva y abrigo de Benzú en uno de los
depósitos de industria lítica más antiguos del sur de Europa
y el norte de África.
La dificultad principal al que se enfrentan el equipo de
arqueólogos es la dureza de la sedimentación de la roca
formada en condiciones de humedad y frío: “Muchas piezas que
encontramos, sobre todo de la fauna y la flora, están muy
deterioradas y quebradas por la roca. Hemos enviado varias
piezas a los investigadores de Atapuerca y en principio
estamos haciendo una separación muy gruesa, definiendo
cuáles son carnivoros, cuáles hebívoros”.
El abrigo es una gran mole de roca blanca, pedregosa y
descarnada que nace de un suelo de tierra arcillosa. El
viernes un grupo de espeleólogos estuvo limpiando toda su
superficie, afectada por las lluvias de finales de
septiembre, para la seguridad del equipo de excavación. Ese
día se completaron la instalación del laboratorio y se hizo
la presentación del yacimiento y se dio las primeras
explicaciones de los trabajos a las personas adscritas al
programa de voluntariado que pertenece a la Consejería de
Educación, Cultura y Mujer.
Tras cubrir todos los trámites previos y la logística,
comenzó la excavación en sí. La primera zona en ser sondeada
fue el nivel 5, con registros de hace 160.000 años
pertenecientes a la industria lítica del musteriense. Lo
hallado hasta ahora presenta similitudes con lo encontrado
en pasadas campañas: núcleos, lascas y raederas, que se irán
extrayendo de la roca en los próximos días.
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