Hoy, sábado, la actualidad está
centrada en el congreso regional que celebran los populares,
para la elección del presidente regional del partido durante
los próximos cuatro años. Aquí, en nuestra tierra, la cosa
está más cantada que “Macarena”, sólo se presenta un
candidato que, por supuesto, saldrá elegido por aclamación.
No creemos, aunque todo puede pasar, que a algunos de los
compromisarios les dé por depositar la papeleta con el NO.
Hombre, las cosas claras, cada uno de los compromisarios
puede votar lo que le venga en ganas. Habrá que esperar al
final de la votación, para saber si alguien ha decidido
votar de forma negativa a la candidatura presentada. Ruego,
al probable votante que deposite la papeleta con el NO, se
persone ante mí para hacerle entrega del premio al votante
desconocido.
La cosa, o sea el asunto del congreso de los populares se va
a celebrar en los salones del hotel Tryp, donde se
celebrarán todos los actos, incluidas las distintas
intervenciones, menos a la hora del “papeo” que será en La
Muralla.
Papeo al que han sido invitados todos los compromisarios.
Oiga, no es por nada, es todo un detalle que se tiene que
agradecer por parte de todos los voluntariosos que han ido a
depositar su voto y se han tenido que “cargar” sea dicho en
el mejor sentido, todo los discursos.
A servidor, perdón por señalar, le hubiese gustado estar
entre los invitados, sobre todo a la hora del papeo, que no
está la cosa para perdonar una comida, sin saber qué será lo
qué pueda ocurrir al día siguiente.
Pues nada, entre los invitados de la prensa y tal no me
encuentro. Una gran pena, que me hace llorar amargamente,
sólo en pensar que en el papeo pueda haber algún que otro
langostino que llevarse a la boca. ¡Dita sea!
Jefe, perdone que le interrumpa, pero usted quién es para
ser invitado al acontecimiento y, además, quiere elegir
hasta donde le interesa que le inviten, al papeo. No es por
nada, pero me parece que tiene usted más cara que espaldas.
Lo menos que podía haber hecho en el caso de que quiera que
le inviten es decir que iba a ir a todos los actos.
Y por qué razón iba a decir que estaría presente en todo los
actos si lo único que me interesa, porque está la cosa como
está, es ir al papeo. Lo demás me da igual. Qué interés
puede tener en cargarme todos los discursos. Ninguno.
Jefe, diciendo lo que está diciendo, cómo cree usted qué le
pueden invitar a la celebración del congreso para la
elección del presidente regional si, a usted, lo único que
le interesa es ir a comer.
Vamos a ver, enano, si no se presenta más que una
candidatura, para qué vamos a perder el tiempo, sale por
aclamación, felicitaciones por doquier y todo quisqui al
Muralla al asunto de la “manduca”.
Uste, jefe, no tiene remedio un acto tiene todos sus
momentos y lo normal es finalizarlo con una comida. Antes,
por supuesto, hay que lleva a cabo todos los requisitos. No
fastidie, jefe.
|