Música en vivo y en directo, movimientos sorprendentes y
efusivos, ritmos del África interior que emulan al
continente profundo, de tiempos de antaño, y colores vivos
que deslumbraban con los últimos rayos de sol. Ayer se
iniciaba en la mezquita Muley Mehdi la romería religiosa de
La Amara dedicada al santo musulmán Sidi Embarek.
Llevaba casi 20 años perdida, ocultada, suprimida. Pero en
la jornada de ayer se revivió la festividad de La Amarea,
una romería religiosa musulmana dedicada al santo Sidi
Embarek.
Y para devolverle vida y entusiasmo varias zaouias, especies
de cofradías, realizaron un pasacalle que partió de Muley
Mehdi hasta llegar a la mezquita de Sidi Embarek. Todo un
recorrido por San José, Los Rosales y aledaños de la zona
hasta llegar a la mezquita central. Eso sí, con muchísima
alegría y devoción tanto por parte de los participantes en
la muestra folklórica como de los musulmanes que se
acercaron para el acompañamiento. “Ha sido un éxito rotundo;
la gente estaba a falta de libertad, cohibidos desde hace
casi 20 años”, explicó Abdelam Mohamed, secretario de la ONG
Luna Blanca. Padres, madres, abuelos, pequeños y mayores.
Todos se echaron a la calle para disfrutar de los ritmos y
los sones que anunciaron, en la jornada de ayer, a La Amara.
Pero la celebración no se quedó en una simple muestra
cultural ya que durante todo el día de hoy la carpa de Luna
Blanca, ubicada en la explanada próxima a la mezquita de
Sidi Embarek, se realizarán cánticos, bailes y rezos, además
de productos gastronómicos musulmanes a degustar para 5.000
personas. En definitiva, una muestra de la simbiosis
cultural de la raza musulmana.
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