De poco sirve que se intente
atraer turistas a Ceuta. Hasta estos momentos nuestra ciudad
no parece decidida a proporcionar aquello que le sería
rentable y que sería reclamo del turismo.
Y a las pruebas nos remitimos. El pasado domingo atracó en
el muelle España otro crucero, el buque “Thomson Spirit” de
la compañía Louise Cruise Line. Parece que en este buque
venían 1400 turistas, cifra nada despreciable, y que además
permanecieron en la ciudad 9 horas, desde las nueve de la
mañana hasta la seis de la tarde.
La ciudad estaba desierta, los establecimientos cerrados,
todos, y las posibles compras de estos potenciales clientes
las harán o las habrán hecho en otra parte. Aquí no pudieron
comprar nada.
Es lo que hay aquí y no debemos darle más vueltas. Una
ciudad del tamaño de Ceuta y con la situación en que se
encuentra el comercio, que le caigan, sin buscarlo, esos
1400 posibles clientes, no dejaría que se les escaparan, de
ninguna forma. Aquí es otra forma de entender el comercio.
Estamos llegando ya al final de la temporada de cruceros.
Más de uno dirá que da lo mismo y yo, ahora mismo, diría que
por mucho que se afanen desde la Autoridad Portuaria, todas
estas llegadas van a servir, están sirviendo, para colocar
unas cifras en las estadísticas, porque los resultados
económicos para la ciudad, por fas o por nefas, están siendo
nulos. Es una pena, pero así está sucediendo.
Y no es que no pudiera ser rentable esto, es que el comercio
de Ceuta siempre ha tenido la mirada puesta en algo fácil,
en algo en lo que no haya que “romperse la cabeza” para
hacerlo rentable, y por ese camino, hoy, ya no se va a
ninguna parte.
Parece que la mayor parte de los turistas eran ingleses, y
se vio que paseaban por las calles, pero ¿Hubieran comprado
algo si los establecimientos hubieran estado abiertos?.
Seguro que sí, unos gastarían más que otros, pero un volumen
de personas como ese, durante nueve horas en Ceuta, puede
dejar una buena cantidad de euros, que no vendrían nada mal
al comercio, lo que pasa es que para ello hay que estar al
día, hay que conocer las dificultades del comercio y si no
es así ... .
No es extraño que para los propios turistas sea un aliciente
llegar a Ceuta, con las perspectivas que presenta la ciudad,
según se está entrando.
Atractiva es la llegada a Ceuta y la salida del buque para
recorrer la ciudad. Es la imagen noble, el gran atractivo
para el que llega, pero ..., después viene la decepción
cuando se encuentran que no hay nada abierto y te dicen:”
ciudad bonita, ciudad limpia, personas amables, pero aquí
hay poca vida”.
Es la mejor definición y mejor resumen de lo que es Ceuta un
día de fiesta o un domingo. Una ciudad fantasma. Esto es lo
que hay, esto es lo que se muestra a los que llegan y si
bien el marco es cada vez más atractivo, con ese marco,
únicamente, no se puede tirar del turismo. Eso es muy poco
para que los que vinieron ayer “tiren” de otros la semana
próxima.
Y ya lo hemos dicho más veces y lo tenemos que volver a
repetir hoy:” Ceuta no se ha dado cuenta de que ya terminó
la etapa del paraguas barato, el queso holandés y el
transistor”. Hoy el comercio es otra cosa.¿Se imaginan qué
sería hoy Andorra si hubiera seguido la línea de Ceuta, por
ejemplo?. Esto es lo que tenemos.
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