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Con arrojo y valentía, el gobierno
de la Ciudad Autónoma de Ceuta abandera la inversión
arrojando una cifra nada despreciable de 50 millones de
euros que servirán, de un lado para desarrollar y ejecutar
los proyectos previstos en infraestructuras que serán
necesarias para mejorar la calidad de la prestación de
servicio de la administración pública local a los
ciudadanos, y de otro para dinamizar un sector, el de la
construcción, que vive en estos momentos una etapa de dura
crisis afectada aún más por la temerosa actitud de la banca
hacia los pequeños y medianos empresarios.
En realidad, la Ciudad establece ahora la decisión de
licitar la construcción de tres aparcamientos subterráneos.
Unas obras que ya fueron anunciadas en primicia por EL
PUEBLO el pasado 28 de julio donde se ofrecieron pelos y
señales de los proyectos que ahora saldrán a concurso. Pero
también, aprovecha esta decisión arrojada para hacer
realidad la reconstrucción del cuartel del Teniente Ruiz que
debe servir de morada próxima para el Campus Universitario
de Ceuta [sobre todo ahora que Andalucía y Ceuta se han
hermanado tan profundamente].
La Ciudad toma la iniciativa por el método del pago diferido
(método alemán) porque permite el adelanto de la inversión
pública en época de crisis, lo que contribuirá a generar
actividad económica productiva y generar empleo; y porque de
este modo es bastante fácil que las obras resulten de menos
costo que utilizando el tradicional método de préstamo
bancario. Se trata, en cualquier caso, de mantener partidas
plurianuales que sirvan para acometer las anualidades
fijadas. Es una iniciativa a valorar dado que contribuye a
dinamizar el sector de la construcción en Ceuta, donde se
incluye el sector ceutí de empresas de servicio y
suministros (subcontratas), al tiempo que se logra el
objetivo de culminar con su ejecución proyectos ambiciosos
del gobierno autónomo para que el ciudadano no vea mermada
su calidad de servicio pese a la situación de crisis que se
padece. En estos tiempos de flaqueza son las
administraciones las que deben dar la cara y, de momento, la
local la está dando claramente.
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OPINIÓN / EDITORIAL
