Hay que estar a las duras y a las maduras. Y una vez
disputadas las ocho primeras jornadas de Liga, la AD Ceuta
ha demostrado que le falta la capacidad suficiente para
reaccionar ante la adversidad. Eso tras dos meses de
competición en los que, o han ganado con solvencia por tres
goles de diferencia como sucedió ante Linares, Écija y
Granada, o han pagado con puntos su falta de madurez. Porque
este equipo, cuando ha encajado goles, no ha sabido a que
atenerse.
El primer síntoma de debilidad se apreció en el Alfonso
Murube cuando visitó en la tercera jornada el Puertollano.
Por aquel entonces, y un minuto después que los caballas se
adelantaran por mediación de Txiki, estos recibieron el gol
del empate a falta de cinco para el final de la primera
mitad. Un tanto psicológico obrado por Tariq, al aprovechar
un exceso de confianza de Martino. Acción cuyas secuelas
duraron hasta la segunda mitad, en la que de nuevo el ´9´
azulillo hizo mella en los ceutíes, al aprovechar un nuevo
fallo defensivo y poner en el electrónico el definitivo uno
a dos. Lo que supuso la primera derrota de la temporada.
La siguiente jornada, en la visita a la Ciudad Deportiva del
Lucena, el Ceuta vivió la excepción que confirma la regla.
Ya que el equipo entrenado por Benigno Sánchez fue capaz de
enjugar el gol materializado por Sarmiento a los veinte
minutos de partido. Eso sí, el gol del definitivo empate
logrado por Alberto al botar una falta directa, llegó
después de que los blancos tuvieran que echar toda la carne
en el asador, tras haber evidenciado falta de ideas durante
buena parte del envite.
Una semanas más tarde, y tras haber goleado al Granada en el
partido disputado entresemana, la Asociación regresó a la
senda de la derrota en la visita a El Maulí de Antequera.
Donde, además de pagar con la derrota su falta de puntería
de cara a la portería antequerana, los caballas encajaron un
tanto al final de cada parte, que a la postre le costaría
los tres puntos en litigio. Dos tantos, en acciones a balón
parado, que desarborlaron a los blancos, hasta
irremediablemente terminar claudicando ante un rival muy
inferior a los blancos.
Una derrota que también pudo llegar en el Alfonso Murube
ante el Betis B, a pesar de que los blancos se adelantaron a
las primeras de cambio por mediación de Fran Amado. Una
ventaja que no supieron administrar, al ser incapaces de
imprimir el ritmo que le convenía al encuentro, y dejarse
empatar a falta de un cuarto de hora, al pagar caro un error
de Bernat en el despeje. Acción a la que siguió la expulsión
por doble cartulina amarilla de Carlos De Lerma, y que dio
la iniciativa a los verdiblancos, que pudieron adelantarse a
la contra.
Ya el pasado lunes, en el Ramón de Carranza, la AD Ceuta
tampoco fue capaz de administrar su ventaja, ni de
reaccionar ante la adversidad. Y eso que se adelantaron en
la primera oportunidad que gozaron, por mediación de Javi
Navarro. Pero nada. En esa ocasión tampoco supieron imprimir
el ritmo de partido que les convenía, y no sólo se dejaron
empatar antes del descanso con un nuevo despiste defensivo,
sino que se marcharon al descanso por debajo en el marcador.
Todo al dejarse remontar a la contra, con su propia
medicina, en el último minuto de la primera mitad, al marcar
Juanma. Un tanto que dejaría tan tocados a los de Benigno
Sánchez, que en el primer minuto del segundo peridodo, de
nuevo Juanma, materializaría el tercero para los amarillos,
poniendo tierra de por medio. En un duelo que los blancos
acabarían encajando cinco goles; lo nunca visto en la
historia de la Asociación.
Lo que, en definitiva, evidencia que a los ceutíes les
cuesta jugar en contra del marcador.
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