En el pasado temporal de lluvias y viento, Juan Martín, que
tiene su vivienda y su negocio junto al arroyo de
Benítez-Guillén, rompió una de las partes de la obra
realizada en la cuenca por la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir (CHG) al haberse inundado su casa y juzgar que
la obra funcionaba de “embudo”. La CHG ha solicitado a su
delegación en Ceuta un informe sobre el suceso.
La Confederación Hidrográfica de Guadalquivir (CHG) ha
solicitado a la delegación en Ceuta que realice un informe
sobre el suceso de la ruptura de uno de los muros de la obra
que realizó la CHG en el arroyo de Benítez-Guillén por Juan
Martín, dueño de los viveros adyacentes al arroyo. El
particular encargó a una empresa privada que quebrase una de
las secciones del muro por miedo a que se repitieran las
inundaciones en su vivienda que se produjeron el 28, 29 y 30
de septiembre y llamó a la Policiía Local para que constara
su intención.
Martín aseguró que la obra de la CHG para la canalización
del arroyo funcionaba de “embudo”. Su vivienda quedó
completamente anegada de agua, a lo que contribuyó, según
Marín, una de las salidas de la red de saneamiento de Acemsa
que vertía aguas fecales directamente a su patio. En las
inundaciones Marín tuvo cuantiosas pérdidas económicas con
la muerte de varios animales de su granja y los destrozos en
el vívero de plantas.
Martín está reuniendo documentación para remitir un informe
a la CHG, a la Consejería de Gobernación y a Acemsa: ”Si no
me solucionan lo que ha pasado aquí, tendré que acudir a
Madrid”.
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