Entre ayer y hoy he estado
trabajando en un proyecto que me ha llevado doce horas. He
acabado con la mente como el rosario de la aurora. Porque he
terminado con el alba.
Eso porque yo he querido… si me lo pide un jefe, en el caso
de que yo fuera asalariado, le respondería… su padre y muy
señor suyo.
Viene a colación el anterior párrafo porque si la UE ha
acordado ampliar la semana laboral en 65 horas –se supone
para que los trabajadores paguen al capital sus altos
intereses de los créditos- no se de donde van a sacar los
pobres “esclavos” laborales para ducharse o follar con la
parienta (iba a escribir “hacer el amor”, pero eso de que
sigan enamorados…, solo he puesto una palabra que viene en
el diccionario de la RAE, en la cuarta aceptación).
Solo, por hoy, transcribo una cartita que me ha enviado un
amigo europeo y que dice:
“Tío: ¿Tú crees que voy a aceptar la nueva normativa
sobre horas semanales? Si paso doce horas a la semana en el
trabajo tendría que quedarme a comer, lo que serían
efectivamente trece horas.
Aumenta ese tiempo con el destinado al desplazamiento.
Desplazamiento desde mi casa al lugar de trabajo y que no
suele bajar de cuarenta y cinco minutos cada uno, o sea de
casa al trabajo y vuelta a casa. Una hora y media si topamos
con embotellamientos. Eso da como resultado que estaré
ocupado, cumpliendo mi deber laboral, unas dieciséis horas.
Es exigencia de los especialistas expertos y del cuerpo
dormir ocho horas…
¡Coño! ¿Cuándo desayuno? ¿Cuándo ceno? ¿Cuándo me ducho?
¿Cuándo follo? ¿Cuándo veo la tele?... no me digas que los
fines de semana, si solo será un día y ese día lo dedico
íntegramente a mi familia con salidas al campo (ahora al
jardín de delante de mi casa), visitas a los amigos (ahora
sólo al de la lado de mi casa), etc.
Como verás, tío, no estoy en absoluto de acuerdo con la
directiva que han aprobado en la UE.
Un abrazo.
Henry”
Bueno, en realidad yo no soy su tío, simplemente me llama
así como a todos sus amigos, y además el chaval trabajador
puede haber omitido lo que debería saber por sí mismo.
La directiva aprobada por la UE en referencia a las horas de
la jornada laboral está supeditada a la legislación de cada
Estado y, después, a las negociaciones con los sindicatos de
los respectivos convenios colectivos.
Como ocurra aquí, en el país de las cabras y los toros, la
aplicación de esa directiva… razones tendrán las grandes
empresas para practicar ERE a gogó. Aparte de que habrá
algunos trabajadores, siempre los hay, que aceptarán
sumisos; otros lo harán por razones un poco más oscuras y
con ello fastidiará al resto del personal.
Por suerte no creo que nuestro Gobierno tome cartas en el
asunto ese. La levantisca será tormenta. Eso es cosa segura
en manos del PP –recuerden que Aznar estuvo de acuerdo en
implantar ese horario y además ampliar la edad de jubilación
a 70 años- y si llega a gobernarnos de seguro que lo aplica,
llore quién llore.
Creo, firmemente, que el mundo de los que están sentados en
las poltronas está completamente loco o gravemente enfermo
de dinero. Drogados completamente por el tufo de unos
billetes, de colores no llamativos pero sí valiosos, no
consiguen pasar el mono una hora siquiera… ya están buscando
el producto monetario donde y como sea, si vieran Vds. lo
que verdaderamente hacen los ejecutivos de las grandes
empresas… TODO, MENOS TRABAJAR. Colgados con el mono de la
abstinencia financiera y pegados al móvil, no hacen más que
buscar ganancias fáciles y millonarias.
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