El inicio de curso se ha visto
convulsionado por los numerosos frentes abiertos a favor y
en contra de la asignatura Educación para la Ciudadanía (EpC).
Algunas comunidades gobernadas por el PP, han decidido echar
un pulso al Gobierno y ofrecer una alternativa a la
asignatura, para los alumnos que se acojan a la objeción de
conciencia, como fórmula para no cursarla.
El Gobierno hará uso de todas sus competencias y facultades
para garantizar que los escolares puedan cumplir con sus
derechos constitucionales en las aulas, recibiendo con
normalidad la asignatura EpC. No se pasará de curso si se
suspenden dos asignaturas y una de ellas es EpC. La
asignatura está sirviendo para explicar los valores
ciudadanos entre nuestros jóvenes y mejorar el conocimiento
de nuestro entorno.
La nueva materia pretende que, los estudiantes adquieran los
conocimientos necesarios, para reflexionar y actuar como
ciudadanos responsables en el ámbito público. Asegura la
Sra. Ministra: “Nuestros alumnos que han nacido bajo la
democracia, deben ser conscientes de que las instituciones
democráticas no se sostienen por sí mismas”.
La mayoría de los sistemas educativos europeos cuentan,
desde hace años, con una materia similar en sus planes de
estudio, bien como asignatura independiente, o de forma
transversal. El consejo de Europa, (Recomendación de 2002),
plantea la introducción en las escuelas de los valores
democráticos ante el aumento entre los jóvenes europeos “del
racismo, la xenofobia y la intolerancia ante las minorías,
así como la discriminación y la exclusión social”.
La situación en algunas autonomías es la siguiente: En
Valencia: La administración autonómica, Sindicatos, padres y
oposición, mantienen un enfrentamiento a cuenta de la
asignatura, en el que nadie piensa ceder, ya que se anunció
que la misma se impartía en Inglés. El fallo del Tribunal
Superior de Justicia –en el que fallaba que impartir EpC en
Inglés era legal, aunque no así hacer en este idioma los
exámenes, ni sustituir la asignatura por un trabajo – se
recurrió a la rebelión directa en los colegios e institutos.
Por parte de la Consejería de Educación se amenazó con abrir
expediente a aquellos profesores que no cumplieran con su
orden de impartir la asignatura en Inglés. Algunos centros,
se negaron, al carecer de recursos, pues era necesario
disponer de un profesor de Inglés como traductor. La
oposición, por otra parte, consideró un disparate dar la
asignatura en Inglés. Cabe esperar hasta la decisión del
Supremo.
En Madrid: La Consejería de Educación ha comenzado a
instruir, por cartas, a los colegios sobre la atención a los
objetores de la EpC. Se exige a los colegios que adopten las
medidas oportunas para que los alumnos objetores a la
asignatura sean atendidos durante esa hora de clase semanal.
Pueden ser evaluados realizando un trabajo individual sobre
la Constitución Española y los valores que la informan, la
libertad, la justicia, la igualdad, el pluralismo político…
así como prestar en el Centro Escolar alguna actividad de
voluntariado, que la Dirección considere beneficiosa para la
convivencia escolar. Se recuerda que la postura de los
padres objetores ya ha sido respaldada por los tribunales en
otras comunidades, y pide a los directores que ofrezcan esa
atención alternativa, en tanto que el supremo no dicte una
sentencia que resuelva la controversia legal… Tras la
difusión de la carta, por parte de la Secretaria de
Educación, se aseguró que llevará a la Comunidad de Madrid a
los Tribunales, por lo que consideran una maniobra
encubierta para incumplir la ley.
En Andalucía: La polémica asignatura de EpC seguirá
levantando discordia en el curso actual, lo mismo que en el
curso pasado, donde la Junta y los padres continúan en el
mismo punto en que acabaron en Junio: esto es, con el
Gobierno andaluz empeñado en que la materia siga siendo
obligatoria como el resto de las materias, y los padres
objetores insistiendo en su oposición a una asignatura que
para ellos vulnera derechos fundamentales. Pero, el
enfrentamiento puede subir de nivel, si se tiene en cuenta
que este mismo curso será el de una nueva asignatura que se
impartirá en 4º de Secundaria, Educación ético-cívica, que
profundiza en la misma doctrina filosófica, lo que servirá
de estrategia para un supuesto caso que los tribunales
pudieran no darles la razón. Como a Bachillerato se puede
pasar con dos asignaturas, sus hijos no tendrán problema en
suspender estas dos materias y pasar con ellas pendientes:
EpC y Educación Ético-Cívica. Y, además, según los padres
objetores, se sentirán “orgullosos” de que sus hijos hayan
suspendido esas materias.
En varias ocasiones, con motivo de su anuncio y posterior
aprobación, me pronuncié sobre la EpC. En “Mi propuesta”
(23/09/2007), ante la proliferación de manuales, invitaba a
los enseñantes a que se “embarcaran” en esta aventura, ya
que son ellos los que están suficientemente preparados para
que los textos elaborados tengan la mayor garantía. Ya
habían aparecido, creo que de forma precipitada, una serie
de libros, donde, posiblemente su lectura preocupara a los
padres, teniendo en cuenta si la decisión de los colegios
adoptaran la fórmula de su inclusión. Según la ideología de
sus autores, así se presentaban los textos. Tuve acceso a
una síntesis de uno de ellos, donde se apreciaba que “la
democracia sólo será tal cuando las elecciones las gane un
auténtico partido de izquierda (¿?)”
Al día de hoy, no hay solución a la polémica. En otras
autonomías distintas a las presentadas, con escasas
excepciones, el enfrentamiento Autonomías con los padres,
continuará.
Por otra parte, Aziza Bernani, que fue ministra en el primer
gobierno con mujeres de Marruecos, y que para el año próximo
podría ser la nueva Secretaria General del Organismo de la
ONU para la Educación y Cultura, es partidaria de “una
asignatura que fuera Ciudadanía del Mundo, porque nos
ayudaría a aprender a vivir juntos”.
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