El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, hizo una sentida
analogía entre los elementos físicos que caracterizan a la
Guardia Civil y la materia espiritual que representan. De la
capa dijo que aporta dureza ante la adversidad; de la
pareja, compañerismo y auxilio; mientras que el tricornio
ofrece tradición y principios ante los continuos cambios.
Vivas recordó el suceso de noviembre de 2006, cuando unnos
guardia civiles se jugaron la vida para socorrer a 12
inmigrantes en el mar; y, por último, dijo que la escultura
ofrece permanencia del cuerpo en la ciudad y da testimonio
del cariño que profesa el pueblo ceutí.
Juan Vivas se quedó con ganas de intervenir en la festividad
de la Virgen del Pilar que se celebró el pasado viernes. Por
eso, ayer rompió esa pantalla de contención que lo había
mantenido sujeto y se destapó con un discuro completo que
aunó brevedad y emoción con una jerga política alejada de
convencionalismos.
Juan Vivas aludió en varias fases de su discurso a la
escultura realizada por el artista Luis Martín, autor de las
estatuas dedicadas al legionari, al regular y a la
comandancia general. En la obra de la Guardia Civil, Vivas
destacó los elementos de la capa, la pareja y el tricornio a
los que le dio una simbología. La capa da sentido de la
dureza de su tarea; la pareja habla de la lealtad y el
compañerismo cuando el prójimo necesita auxilio; y el
tricornio ofrece tradición y fundamentos que escribió en su
cartilla el fundador Duque de Ahumada. “Este testimonio,
este monumento en el paisaje urbano de Ceuta sirve para que
podamos transmitir en nombre de todos los ceutíes, que en el
corazón de todos nosotros, la Guardia Civil tendrá siempre
su casa”. Y no es para menos, el presidente de la Ciudad
describió la importancia del cuerpo en el devenir de este
enclave geográfico español tan peculiar.
Vivas se remontó a la historia y recordó que en 1898 una
sección de la Benemérita -”tino tuvo quien le puso ese
nombre”, dijo el presidente- permaneció de manera fija en la
ciudad tras casi 40 años desde que atracaron los primeros
componentes del cuerpo. “Desde entonces la guardia civil ha
estado de manera permanente en Ceuta, velando por los
ceutíes y siendo protagonista de muchas de las vicisitudes
que conforman nuestra historia contemporánea, como son el
desarrollo del puerto, del territorio franco, la utilización
de Ceuta como cabecera de puente en los intereses de España
en el norte de África o las nuevas exigencias derivadas del
perímetro fronterizo”.
En cuanto al mérito contraído por la Guardia Civil, señaló,
además de apuntar las bondades diarias que hacen en su
trabajo, un hecho puntual. Noviembre de 2006. “Un grupo de
guardia civiles, en colaboración con la policía local
completó un hecho de heroicidad: pusieron en juego su vida
para salvar las de unos inmigrantes que en un hecho criminal
habían sido lanzados por la borda”.
En la jornada de ayer estuvieron presentes todas las
autoridades. La nota positiva la puso la visita del Director
Adjunto de Operaciones de la Guardia Civil, el teniente
general José Manuel García Varela. Esta persona llegó a la
ciudad custodiado por un amplio dispositivo de seguridad y
estuvo presente en la inauguración de la escultura, primero
de los actos de la mañana. A continuación firmó en el Libro
de Oro de la Ciudad, acompañado por Juan Vivas.
Además, el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón; el
comandante general, Enrique Vidal de Loño; el coronel jefe
interino de la Guardia Civil en Ceuta, Carlos Alberto
Guitard, acudieron a la cita.
Durante su intervención en el antiguo salón de pleno del
Palacio Autonómico, el teniente general: “Satisfación,
emoción y agradecimiento son las emociones que nos
embargan”, comenzó diciendo. “La más preciada de las
recompensas que anhelamos recibir es el recuerdo de gratitud
de aquellos a los que, como consecuencia del cumplimiento de
nuestro trabajo, hemos podido prestar socorro y auxilio”,
añadió.
No quiso olvidarse de los ceutíes, para agradecerle,
emocionado, el cariño que sienten por los guardia civiles.
“Los guardias de esta comandancia dignificarán la medalla
que acabamos de recibir”.
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Una Medalla de Oro que tuvo la aquiescencia de toda la
Asamblea
Juan Vivas se acordó de los 25
componentes de la Asamblea, para decir que a los políticos
“dejamos a un lado nuestras diferencias políticas y votamos
todos a una por la Guardia Civil”, dijo. El presidente
recordó que no hubo ningún tipo de “duda” cuando Presidencia
comunicó a los integrantes de la Asamblea que era la Guardia
Civil quienes más méritos había conseguido en esta edición
para conseguir la Medalla de Oro. “Fue sentimiento y
voluntad de toda la Asamblea, porque la Guardia Civil
general simpatía y cariño en todos los ceutíes” y, teniendo
en cuenta que el poder emana del pueblo, no había discusión
ninguna. “Todos reconocen los méritos que tiene este cuerpo
y quien le puso el nombre de Benemérita tuvo un gran
acierto”, terminó el presidente.
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