No salimos de una y entramos en la
siguiente, esperemos que haya sido el principio y el final,
por ahora, en estas dos semanas de finales de septiembre y
puente del Pilar.
Lo de la gota fría lo lamentamos en su día, después vino el
“arreglo” para aquellos que sufrieron desperfectos, con lo
que ya podemos decir que, en teoría, se ha solucionado, en
la práctica habrá que esperar a que llegue el dinero y ya
veremos cuanto.
Dos semanas más tarde y para fastidiar el fin de semana
largo a quienes iban a salir, no era mi caso, apareció el
fantasma del levante. Es la época en la que comienza a
dejarse notar ese “cliente” que, tan poco, agradable es para
Ceuta.
Primera aparición de este otoño y primeras quejas, no puede
ser de otra forma, para los que en el barco que salió en la
tarde del viernes hicieron la travesía hasta Algeciras.
Es de ser muy valiente, o es de tener muchos deseos de ir al
otro lado del estrecho, salir un día como ese, y muy
especialmente sabiendo que, el barco que se utiliza en esos
momentos, suele ir lleno a tope y se sabe cuando se sale de
Ceuta, pero se ignora cuando se va a llegar a Algeciras.
Y así pasó el viernes, tras una travesía endemoniada, con
más de cinco horas en “el barquito de marras” y con mil y
otros mil problemas para desembarcar en Algeciras.
Cuanto más tiempo llevo en Ceuta menos entiendo los
problemas del pasaje hacia Algeciras. No sé si yo soy muy
torpe, porque ya es tiempo, treinta años aquí, y sin haberme
enterado de los movimientos, o a lo mejor es que a mi
torpeza se une la “listeza” de quienes debieran haber
influido para que esto mejorara, pero no lo han hecho.
Me costó trabajo entender, cuando ya llevaba bastante tiempo
aquí, eso de que “desde las navieras hasta Algeciras se ríen
de los ceutíes”. Ahora creo que entonces se quedaron cortos
cuando decían eso hace más de 20 años.
Y no estoy culpando a las navieras del temporal de levante,
ni tampoco culpo a las autoridades del otro lado del
estrecho, o a las de Ceuta de que estos temporales lleguen,
pero lo que sí digo es que o son muy listos todos ellos o no
quieren hacer nada, o les importa un bledo todo lo que
soportan los viajeros de Ceuta en días de levante.
Y digo todo esto porque ya va siendo hora de que desde Ceuta
se exija un barco con todas las garantías para esos
temporales, y ya va siendo hora de que la naviera, en
cuestión, desde que salga de Ceuta sepa que va a poder
atracar rápidamente, al llegar a Algeciras, y ya va siendo
hora de que al otro lado del estrecho esté todo dispuesto
para que, tras “el palizón” del viaje, no tengan que estar
los pasajeros otra hora, otras dos horas u otros veinte
minutos más, con los problemas que les crean a la mayor
parte de los que han ido en ese barco.
Siempre he dicho que cuando se utilizan muchas palabras
bonitas es porque no se pueden utilizar razones convincentes
para los que las están oyendo, y aquí en Ceuta, llevamos
tiempo oyendo demasiadas palabras bonitas, pero los
problemas de fondo ni se tocan , ni se solucionan.
No ha llegado el invierno aún, días de levante tendrán que
venir muchos y Ceuta la única salida que tiene es por mar,
por lo que, al no poder frenar el levante, pongamos los
medios para que haga el menor daño posible.
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