Como en Fuenteovejuna “todos a
una”, es como han entendido los políticos americanos, tanto
demócratas como republicanos, que era la única forma de
sacar al país de la crisis económica en la que está inmerso.
No han vacilado a la hora de aunar esfuerzos, aceptando el
plan propuesto por su presidente para tratar de solucionar
la crisis, anteponiendo los intereses del pueblo americano,
a los intereses partidistas, a pesar de estar a menos de un
mes de las elecciones que llevará a la casa Blanca a un
nuevo inquilino.
Desde mí particular, personal e intransferible, punto de
vista con el apoyo de esta medida, los de Obama, se guardan
una carta en la manga que les puede proporcionar un triunfo
con el apoyo de esa medida venida desde el bando opuesto.
La carta en la manga, que le puede dar un triunfo, es muy
sencilla, consiste en que si el sistema fracasa, jamás le
podrán decir que todo es por su culpa por no apoyar la
medida. Sin embargo con el apoyo a la misma, siempre podrán
responder que apoyaron la medida y que el fracaso es única y
exclusivamente del gobierno. Esto está de una claridad
meridiana.
La jugada es maestra y sólo cuenta, en caso de fracaso, con
un beneficiario, Obama. Para entender esta clase de jugada
hay que ser político y saber de política cosa que,
desgraciadamente, no está al alcance de todos esos
politiquillos de medio pelo que tanto abunda en este hermoso
país, aún llamado España.
Ponerle todas las pegas del mundo al Gobierno, ante las
medidas que adopta para tratar de solucionar la crisis
económica que padecemos, es cometer un grave error político.
Puesto que al Gobierno siempre le quedará el poder decir a
los ciudadanos que, todo ese fallo a las medidas adoptas, se
debe a la falta de colaboración de la oposición.
Supongamos, por otra parte, que la medida tomada para
superar la crisis se convierte en un acierto, cosa que no se
puede descartar, la jugada le saldría maestra al Gobierno
que, por supuesto, podrá presumir que sin contar con el
apoyo de la oposición se ha salido adelante y superado la
crisis. Ni te cuento, serrana del alma, quién iba a
conseguir la victoria en las próximas elecciones generales.
Expertos en la materia tiene la oposición y, por tanto,
sabrán cómo deben jugar sus bazas, para que la balanza de
los votos se incline a su favor, con vista a las próximas
elecciones.
Para mí, personalmente y en persona, diga lo que diga el
mundo mundial, se está apostando muy fuerte, quizás para no
obtener los frutos apetecidos o las ganancias que se
presumen. Naturalmente, que como el asunto no me afecta en
lo más mínimo, allá cada uno a la hora de jugar las cartas
que mejor crean convenientes.
No voy a venir ahora, a explicarles a esos grandes
políticos, auténticos genios de la política nacional, cuál
debe ser las cartas que tienen que jugar en esta partida. La
verdad sea dicha ¿quién soy yo, un periodista pueblerino,
para darle soluciones a las eminencias políticas de este
fermoso país?.. No soy nadie, aunque este nadie piense que
se está cometiendo un error de bulto. Y los errores se pagan
a muy alto precio en política.
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