Dos manchas de fuel ligero de 100 y 700 metros de longitud
procedentes del buque Fedra, que se partió en dos en el
último temporal frente a la Bahía de Algeciras, se acercan a
las costas de Calamocarro y Benzú. En la noche de ayer aún
no habían tocado el litoral pero no se descarta que puedan
alcanzarla durante la madrugada o el día de hoy. Una
embarcación de Salvamento Marítimo estuvo batiendo el mar
para disolver los hidrocarburos y la Ciudad preparó sus
medios para este tipo de contingencias.
Después de la lluvia y el viento, fue el turno del fuel. A
las 11.30 horas de ayer el Servicio Marítimo de la Guardia
Civil detectó una mancha de hidrocarburos en las
proximidades de la costa de Calamocarro y Benzú. La
embarcación que se percató de la mancha trasladó la
contingencia a Capitanía Marítima que a su vez lo puso en
conocimiento de la Ciudad.
Las bateas de mejillones encalladas en las calas de la
escarpada costa de la bahía norte fueron asistentes mudas de
una reunión en el litoral que se produjo a las 12.00 horas
del consejero de Presidencia, Pedro Gordillo, la consejera
de Medio Ambiente, Yolanda Bel, y los servicios de
Protección Civil para evaluar la situación. Gordillo manejó
la idea de convocar un nuevo Gabinete de Crisis, uno más en
unas semanas de constantes reveses, pero la llegada y la
información aportada por el capitán marítimo, Jesús
Fernández Lera, tranquilizó los ánimos: “En principio, nada
digno de importancia”. El vertido era de una lengüeta fina
de unos 100 metros de longitud de un color marrón y aspecto
viejo, que estaba muy emulsionada formando pequeñas galletas
de fuel mezclados con basuras.
Aún así dos embarcaciones de la empresa Ecoceuta se
dirigieron a la zona de las bateas de mejillones para
evaluar la situación acompañados por Bel mientras el barco
Salvamar el Puntal de Salvamento Marítimo batía el mar
durante varias horas para disolver las galletas y disipar
las acumulaciones de hidrocarburos formando una espuma que
facilita la evaporación del vertido.
A las 13.30 horas se requirió a un helicóptero de Sasemar,
el Helimer Andalucía, que vigilaba el vertido de los dos
cargueros liberianos en las costas del Campo de Gibraltar,
que investigase la procedencia de las manchas en las costas
de Ceuta. El helicóptero confirmó, pese a ese aspecto viejo,
que procedía del carguero Fedra que se partió en dos en la
Bahía de Algeciras en los acantilados de Punta Europa
durante el pasado temporal, derramando 150 litros del
combustible del propio barco. Del buque partían dos regueros
de fuel: uno extendido de este a oeste y otro de norte a sur
que se dirigía hacia las costas de Ceuta. La buena noticia
la dejaba el tipo de fuel ligero usado en el Fedra,
fácilmente diluible.
La mala noticia, el descubrimiento por la tarde de una nueva
mancha de fuel mayor al noroeste de la anterior. Las
características de la mancha eran similares: una lengua
longitudinal de fuel de unos 700 metros, muy emulsionada y
concentrada en pequeñas galletas. La embarcación Salvamar el
Puntal hizo la misma operación que con la anterior mancha:
estuvo rompiendo las acumulaciones con el peso del barco
para que se disolvieran en el mar.
Mientras el fuel está en el agua, la responsabilidad la debe
asumir Capitanía Marítima, que ante la leve magnitud de las
manchas no decidió activar el Plan Nacional de Contingencias
por derrame de Hidrocarburos, que sí está abierto ya en
Algeciras y en donde se centran los recursos de Salvamento
Marítimo. “Nosotros estamos acaparando nuestros recursos de
mano de obra, maquinaria y los materiales que utilizamos
porque cuando empiece a alcanzar la costa es cuando empieza
a actuar la Ciudad” explicó Yolanda Bel. La empresa Ecoceuta
trabaja en este tipo de vertidos lanzando unas toallas
absorbentes al mar confeccionadas con un material que sólo
recoge fuel y no se empapa de agua. Por su parte la
Autoridad Portuaria convocó a su Comité de Emergencias en
materia de contaminación marítima para hacer un seguimiento
del suceso.
El fuel aún no había besado las costas de Ceutas a las 23.00
horas de ayer pero no se descarte que la alcance en la
madrugada o el día de hoy.
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El Estrecho de Gibraltar, una zona de alto riesgo de
vertidos
El Estrecho de Gibraltar es
cruzado por unos 50.000 buques de carga al año en unas
condiciones frecuentemente adversas. Pese a ello sólo ha
habido 16 percances en los últimos 25 años, lo que supone un
3,4 por ciento de los siniestros ocurridos durante ese
periodo en el Mediterráneo. De esos accidentes la mayor
parte no produjeron vertidos y el 85 por ciento de los
hidrocarburos derramados se dieron en el accidente del Sea
Spirit en 1990. La Ciudad Autónoma aprobó el pasado 1 de
septiembre de 2006 un Plan Territorial de Contigencias por
Contaminación Marina Accidental. La acción de la Ciudad y la
activación de sus dispositivos no comienza hasta que el fuel
alcanza la costa.
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