Tras pasar la tarde-noche del
sábado disfrutando de tortillas sin fin, decido hoy, por el
domingo, descansar cómodamente arrellanado en mi sillón
favorito y con la vista fija en el televisor, pero con las
persianas de los ojos bajadas a tope. La digestión de
tropecientas tortillas resulta ser más lenta que el andar de
las tortuguillas verdes.
Tras volver del pináculo, a donde me había llevado el sueño
de la siesta, repaso la prensa diaria con las noticias,
repetitivas, sobre la espantosa crisis que se cierne sobre
el mundo y las nefastas y gafadas palabras del ministro, hoy
en la cúspide de la fama, Pedro Solbes acerca de que en 2009
todavía será peor.
Mientras por las tierras separadas del Reino Unido van
cociendo un plan de rescate de los cuatro mayores bancos…
una empresa financiera y de servicios, que acababa de
recibir sus buenos milloncejos de euros como ayuda para
salvarla de la quiebra, va y organiza una cena entre sus
directivos en un hotel súper lujosísimo. ¡Con el dinero de
la ayuda!
No se cómo podemos tolerar esta clase de crisis si los que
reciben las ayudas gubernamentales se ríen a mandíbulas
batientes, batientes de tanto masticar las comilonas que se
pegan a costa del ciudadano.
Más crisis, ahora configurada en la decisión del gobierno
venezolano de clausurar los 115 establecimientos de Mc
Donald’s ubicados en su territorio. Golpe bajo, hasta los
huevos, el propinado por Chávez a Bush.
Tan bajo ha sido este golpe como el propinado por dos
energúmenos a un oficial de uno de los barcos que cruzan el
Estrecho… como si este oficial fuera culpable y
desencadenante de la furiosa reacción del tiempo.
Gente como esa, los energúmenos de los bancos y del barco,
están retratando la actual situación social del mundo
civilizado. El incivilizado está vacunado contra las crisis…
la llevan soportando desde 1848 cuando el misionero alemán
Johannes Rebman descubrió el Kilimanjaro, aunque no lo llamó
así. Lo llamó kristi manjaron, mientras se lo comían los
caníbales.
Ya dentro del territorio de la ESCOPETA NACIONAL, mira por
dónde el ínclito Mariano Rajoy, presidente del PP por si no
lo adivinaron, va y suelta “EL DESFILE DE LAS FUERZAS
ARMADAS ES UN COÑAZO”…, ignoro si estuvo acompañando al
presidente de la APCE, Sr. Chicote, en sus visitas al Museo
del mismo apellido.
Que ahora quiera, el vicesecretario de comunicación del PP
González Pons, quitar hierro al tremendo desliz de su jefe
no hará más que acrecentarlo si añade esa desafortunada
frase de que su líder tendrá suficiente con ir al desfile y
pasar toda la mañana allí.
¿Acaso nuestras Fuerzas Armadas no merecen el apoyo de los
peperos?
Más lamentable aún que sigan insistiendo en defender al
líder pepero con otra frase que quedará fija para la
posteridad en las intenciones de voto del país: Mariano
Rajoy hizo ese comentario del “coñazo” pensando “… como
padre de familia, al tener que levantarse a pasar frío y con
lluvia, en vez de quedarse con su familia.”
Menudo presidente tendremos, si es que gana las próximas
elecciones, que suelta denuestos tan llamativos como ese
“coñazo”… ¿no será que cuando pase algo, como hipotético
presidente del país, suelte otro coñazo que resuene en el
corazón de quién sabe? Está claro que retrata perfectamente
al nefasto personaje español de la frase “Que trabajen
ellos”
Bueno, hoy es día de descanso y no vamos a estar revolviendo
la olla de la política nacional, menos aún después del
tremendo empacho de tortillas, si a fin de cuentas ellos
mismos, los peperos, muestra sus plumeros sin que nadie se
moleste en indicarlo.
De nada sirve que intente rectificar después. Ya ha quedado
marcado para siempre por sí mismo y ello implica en que me
da toda la razón a lo largo de mis numerosos artículos de
opinión publicados en la prensa.
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