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OPINIÓN - LUNES, 13 DE OCTUBRE DE 2008

 

OPINIÓN / ALGO MÁS QUE PALABRAS

La advertencia de Bush
 


Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
 

El presidente de Estados Unidos, George Bush, no se anda con chiquitas y al parecer nos ha remitido un mensaje a todos los españoles, haciéndolo al que representa el símbolo de unidad y permanencia del Estado, a quien arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, como queriéndonos advertir sobre el peligro de dejar lo importante por lo urgente. Lo hace con motivo de la Fiesta Nacional de España o Día de la Hispanidad (Festa Nacional d’Espanya, en catalán y valenciano; Festa Nacional de España, en gallego; Espainiako Jai Nazionala, en vasco), momento fundamental de evocación histórica del Descubrimiento de América. Por si se nos había olvidado ante tantas urgencias que al cabo del día se nos presentan a la ciudadanía, Bush nos refresca la memoria para que caigamos en la cuenta de lo importante que es afianzar esta amistad que nos viene de raíces históricas.

Pienso que una cosa si es fundamental, la de mirar con serenidad el pasado y no tener miedo al futuro, sobre todo haciéndolo como lo hicieron aquellos hombres y mujeres que, con amplitud de miras, llevaron lo mejor de sí a otros mundos. Si hemos de revisar el pasado que no sea para reprocharnos unos a otros el mal que hicimos, sino para tender la mano de la amistad. Dicho lo anterior, creo que nos debe llenar de alegría que Bush avive y refrende que su país considera festivo el doce de octubre por la importancia histórica de la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, y que se celebre el mes de la herencia hispana, reconociendo así la contribución de la cultura española y de la gente de origen hispano.

Y es que la historia, doy la razón a Bush, ha de crear vínculos de afecto, nunca debe servir para separarnos, sino para aprender y tender puentes hacia el futuro, que será lo que nosotros queramos que sea. Quizás sean muchas las cosas que tengamos que tener presente, pero también es fundamental las responsabilidades de aquello que tenemos que construir en el futuro y que lo hemos de alzar todos unidos, pudiendo ser toda la familia humana junta. La historia no debe encerrarnos en un pasado, sino que debe invitarnos a cimentar constantemente el futuro.

Por cierto, Bush nos hizo llegar el mensaje a través de una institución que no es política, ni judicial, sino la más alta representación del Estado español, altamente considerada por la mayoría de los españoles, no sé si aposta, pero el hecho es que el mundo necesita una siembra de amistad verdadera. Amistad y armonía van juntas. Apresurar, pues, el camino hacia la unidad amistosa siempre es saludable. La lección de Bush, en este caso, debiera sentar cátedra, precisamente en línea con la idea aristotélica de que si los ciudadanos practicasen entre sí la amistad, no tendrían necesidad de la justicia.
 

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