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OPINIÓN - DOMINGO, 12 DE OCTUBRE DE 2008

 

OPINIÓN / SNIPER

OPA, islamista, sobre Marruecos
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

El Reino de Marruecos sigue pagando un alto precio por el apoyo de Arabia Saudí, tanto para la anexión del Sáhara Occidental como para alivio financiero de la misma Administración; la cobertura saudita al dogmático y rigorista salafismo wahabí (una de las cunas, si bien no forzosamente, del “salafismo yihadista”) ha generado en Marruecos una vasta corriente de islamización pura y dura, ajena al tradicional sunnismo malikí, que está entorpeciendo los esfuerzos tolerantes y modernizadores puestos en marcha por el joven soberano Mohamed VI. A ello se está uniendo la injerencia de la República Islámica de Irán, alentando en el seno de la sociedad marroquí la difusión de su interpretación de Estado del “shiísmo”, la segunda rama del Islam, cuyos postulados afectan directamente a la legitimidad de la figura de Mohamed VI como Comendador de los Creyentes. Por si fuera poco, los islamistas parlamentarios del “Partido de la Justicia y el Desarrollo” (movimiento político-religioso de corte neosalafista) no se han recatado a la hora de apoyar, con entusiasmo, a “Hizbollah”, mientras que ahora se prestan a dar cobertura parlamentaria a la “Asociación para la llamada del Corán y de la Sunna”, fundada por el imám de la pedofilia (Al Maghrawi), protestando por la decisión de las autoridades marroquíes de proceder al cierre de sus centros, arrojando una vez más sombras de dudas sobre su talante moderado y sus últimas intenciones.

En este peligroso contexto de islamización creciente flaco favor hacemos desde España los vecinos del norte, echando torpemente de paso piedras sobre nuestro propio tejado, dando cobijo y toda libertad de movimientos a formaciones radicales bajo estrecha vigilancia en Marruecos e, incluso, aupando en lugares particularmente delicados como Ceuta asociaciones extremistas como Yamaâ Al Tabligh, que no son otra cosa en muchos casos que la antesala del terrorismo, como por cierto ya se viene advirtiendo desde hace años en esta columna. La Justicia española ya ha demostrado en varias ocasiones (la última, el proceso de Barcelona) la ligazón existente entre buena parte de los terroristas condenados y el Tabligh; ¿no será acaso que conviven en el Tabligh dos estructuras paralelas, con sus vasos comunicantes, al modo de ETA y su entorno abertzale?. Por otro lado, lo que está meridianamente claro es la directa relación entre el Tabligh y la islamización radical -e intolerante- de su entorno. Pueden comprobarlo ustedes mismos. Ergo, ¿qué clase de cenutrios apoyan, política y mediáticamente, a esta gandaya?. Digo.

Días pasados y desayunado en el “Hotel Puerto” de Melilla con un buen amigo, retirado ya por razones de edad pero gran conocedor de la ciudad hermana y del vecino país, tanto por vocación como en función de sus anteriores responsabilidades, comentábamos la famosa frase de Hassán II relativa a la caída del Shá Rezha Palevi, que el finado Rey de Marruecos achacaba en gran medida a la dejación del soberano persa de sus obligaciones religiosas. Bien hará Mohamed VI en andarse sin contemplaciones dejando claro, a propios y extraños, quien es el Comendador de los Creyentes y la referencia religiosa para los musulmanes marroquíes, dentro y fuera de sus fronteras. Y desde Europa (en Ceuta mismo) dejarnos de jugar con fuego: dar cobertura y alas al islamismo radical, es socavar y desestabilizar a un país vecino, socio y amigo.
 

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