PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 11 DE OCTUBRE DE 2008

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Descuartizadores de motos
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

No es un término que me atraiga especialmente, pero no encuentro otro más válido para calificar a esos individuos que, tras hacerse aquí con una moto que no es suya, la van quitando pieza por pieza, luego la introducen en un vehículo, no sé si de su propiedad, y, “si cuela”, se vende en el país vecino, según vayan necesitando esas piezas.

La cosa no deja de tener su punto de golfada, en primer lugar, y de “mala leche” a continuación, porque aquí ya no hablamos de hacerse ricos con esto, hablamos de la “putada” que le hacen al que han robado esa moto, que lo más probable es que la utilizara para trabajar, y si la usaba para su capricho de darse un paseo, tampoco pasa nada.

Y aquí ocurre que como estos “tonto-listos-golfos” saben muy bien que aunque les “pillen”, al ser poco el valor, no les va a pasar nada, pues se hacen con lo que no es suyo, lo meten de rondón en un país ajeno, sin permiso alguno, engañan, si pueden, a quienes compran las piezas, y con lo que sacan ya tienen para la golfada del día, alcohol, posiblemente droga, o cualquier otra cosa, seguramente, no autorizada.

Afortunadamente el “filtro” del Tarajal cada día cuesta más salvarlo, y la Guardia Civil interceptó una furgoneta en la propia frontera en el momento de ir a pasar al otro lado.

No es, estamos convencidos, la captura de más valor, por parte de la Guardia Civil, en esa frontera, pero sí puede ser una de las más ejemplarizantes y con el tiempo debe servir para que esas desapariciones de motos, muy frecuentes aquí, dejen de existir.

Ahora bien, lo pintoresco del caso es que se detuvo, aquí en tierra española, a dos marroquíes, con residencia de trabajo en Barcelona y que pretendían meter su mercancía en Marruecos.

Sería interesante saber de donde eran las motos en cuestión, esas motos descuartizadas y no nos explicamos varias cosas, en primer lugar si les iba a ser rentable el negocio, partiendo de Barcelona hasta Castillejos, por ejemplo. Eso es lo de menos, pero el segundo punto que no puedo explicarme es el de ciertos permisos de trabajo en nuestro país, que no están justificando ni dignificando el trato de favor que han recibido para poder trabajar aquí.

Lo que en casos como este, y hay muchos, alguien pretenderá asentamientos con adquisición de derechos y, un día, no muy lejano, poder ellos votar, también, a la voz de su amo. Es la releche.

La furgoneta en la que iban las motos “descuartizadas” iba cargada, no de libros, ni de artículos de primera necesidad, más bien de diversos materiales, también despiezados, que tratarían de colar como una “chatarra” más en Marruecos.

Lo que he dicho más arriba, el permiso ese de trabajo que tenían los dos marroquíes les da derecho a trabajar en España, les da la posibilidad de andar a sus anchas por nuestro país, y les da más “licencia” para hacerse con lo que no es suyo y tratar de enajenarlo, salvo que ese permiso de trabajo lo hayan adquirido para “montar una empresa de “importación” y “exportación”, pero de cosas que no son suyas”.

El chiste final no es demasiado risible y agradable, lo que sí volvió a ser agradable y con la dignidad de siempre fue la actuación de la Guardia Civil, a la que, seguramente, nadie le va a dar una medalla, por ser ya normal la solvencia en su trabajo. Este fue uno más, pero como cada día estuvieron en el sitio que había que estar.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto