Ayer, por el martes, estuve en la
inauguración oficial de Liber 08, la 26ª edición de la Feria
Internacional del Libro que este año toca en Barcelona, por
ser año par. Los impares se celebran en Madrid.
Me tiro 46 kms. en moto para acudir al evento, la marea
mecánica de coches, camiones, autobuses, autocares,
furgonetas, etc. es, como siempre, impresionante por la hora
en que acudo. Hora de salida de casi todos los trabajadores
de sus respectivas empresas y que encauzan su ruta, desde la
periferia metropolitana, hacia el centro de la inmensa urbe
que es Barcelona.
Llego sano y salvo a la entrada del enorme recinto ferial
que ocupa un espacio casi como la mitad de Ceuta. El Liber
08 ocupa, menos mal, un edificio que tiene de espacio 6.600
m².
Ya dentro del bloque ferial donde se encuentran los stands,
antes de entrar en la zona de expositores, me encuentro con
mis buenos amigos Rafa Corral Guerrero, presidente de la
Casa de Ceuta en Barcelona; Antonio Fuentes León, presidente
de Abyla (Asociación para la divulgación Cultural de Ceuta
en Catalunya) y locutor de la Cadena SER en temas musicales
y Eloy Martín Correales (Doctor catedrático en Historia
Moderna y profesor titular de la Universidad Pompeu Fabra de
Barcelona) y después de los saludos de rigor entramos en la
zona antes mencionada.
Como siempre ocurre en esta clase de eventos, más cuando
ocupan un espacio tan impresionante, la ceremonia de
inauguración se retrasa más de lo previsto. Aprovecho el
tiempo para dar una vuelta por los stands de centenares de
expositores y observar algunos libros de interés de manera,
diríamos, extraoficial por no estar inaugurados.
Saludo a José Luís Ponce, editor de Ediciones Bellaterra, al
que no veo desde hace más de tres años y poco más allá me
encuentro con Jesús Muñoz, director de Ediciones Cadí, con
el que hablo de temas pertinentes.
De vuelta a donde se encuentran mis compañeros Corral,
Fuentes y Martín, llegamos al stand representativo de
nuestra lejana ciudad. El stand, de unos 20 m², es
compartido con la ciudad hermana, y tan hermana, Melilla
donde encontramos a la simpatiquísima Yolanda Carbonell
esperando a José Luís Gómez Barceló, representante oficial
de Ceuta, que todavía no ha llegado.
Tras los saludos y después de comentar algunas cosas de
Ceuta y de la Exposición, recorro los estantes plenos de
libros editados por las ciudades de Ceuta y Melilla.
Como tarda tanto el presidente de la Generalitat, José
Montilla, en aparecer, me doy otra vuelta y me acerco al
stand de Québec (Canada), que es el invitado de honor de la
Feria este año, donde saludo a Aline Côté, directora de
Éditions Berger y responsable del stand.
Veo muchas y llamativas mujeres luciendo sus mejores galas.
Algunas muestran más de lo necesario pero eso ya es una
constante en nuestro país y por ello me viene a la mente la
actitud de las autoridades de un país africano llamado
Sudán.
En ese país han detenido a 35 mujeres por llevar los
pantalones demasiado ajustados. Fueron detenidas en el sur
del país por “perturbar la paz”, según aseguraron los
responsables de la policía sudanesa… si esto pasara en
nuestro país, millones de niñas y adolescentes entrarían en
la fría mazmorra. Por suerte somos más civilizados y no
encajamos que ver a una chica con un pantalón ajustadísimo y
con la cintura tan alejada de ombligo, tan alejada que casi
cruza la frontera del pubis, sea motivo para perturbar la
paz.
Regresando al tema principal de este artículo, después del
inciso que da ocasión al titular del mismo, me encuentro con
mi buen amigo, más que amigo lo confieso, José Luís Gómez
Barceló que se desvive por atendernos y a Mabel Deu, tan
magnífica pero que en esta ocasión luce un aparatoso vendaje
en la mano derecha. Me explica las causas de tal vendaje,
después de saludarnos como ella sola sabe saludar. Un poco
más tarde hace su aparición el presidente de la Generalitat,
José Montilla, bien acompañado por miembros de su gabinete y
una extensa cohorte de cámaras y fotógrafos que pondrían los
colmillos largos a los responsables del Gabinete de Prensa
de Ceuta.
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