Si hay un dato que nos ha llamado
la atención durante la jornada de ayer martes, además de la
cifra con la que se cuantifican las pérdidas ocasionadas por
las lluvias torrenciales de la pasada semana que se han
estimado en lo competente de la Ciudad Autónoma en más de 14
millones de euros, ha sido el muy elevado número de
kilogramos de droga que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
en Ceuta han decomisado desde el mes de enero hasta la
fecha.
En sólo nueve meses, y en tres procesos de incineración
controlada, se han aprehendido y, por tanto, ya quemado nada
menos que casi 14 toneladas de sustancia estupefaciente. Es
decir, una cifra media de decomiso superior a la tonelada y
media por mes. Una auténtica barbaridad que proporciona dos
análisis bien claros: uno que los narcotraficantes no
parecen temer la acción ni policial ni judicial por su
persistencia en el delito, y dos el muy positivo trabajo de
las fuerzas y cuerpos de seguridad [Policía Nacional,
Guardia Civil, Policía Local], más el apoyo de los
funcionarios de prisiones en la lucha y persecución del
narcotráfico tanto a gran escala como en el menudeo.
En cualquier caso, se trata de una afrenta, entre otras, a
la salud pública y como tal se plantea la lucha policial y
la judicial. Un ataque a la salud pública y un ataque al
sistema financiero con la creación y generación de una
economía sumergida donde prolifera el blanqueo de capitales
y actividades paralelamente ilícitas al propio narcotráfico.
Es el mundo contra el que a diario se enfrentan las
distintas policías judiciales de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado.
Ceuta, ayer se demostró, sigue siendo uno de los puntos de
referencia para el paso de estupefacientes de Africa a
Europa. La vía, cada vez más vigilada y controlada, supone
un permanente intento de uso por los ‘correos’ y
transportistas de droga que de cualquier modo y utilizando
todo tipo de métodos buscan escabullirse de la vigilancia
policial.
El mensaje lanzado desde la Delegación del Gobierno fue
claro y contundente. “Del mismo modo en que el fuego acaba
con la droga, la cárcel acabará con la libertad de los
narcotraficantes”.
|