Tras una semana de intensa competición las aguas regresan a
su causa y David Lariño a su casa con el trofeo de campeón
de España individual absoluto. Durante siete días, los
dieciséis mejores ajedrecistas del país, entre los que se
encontraban ocho Grandes Maestros, disputaron en nuestra
ciudad una competición “de mucho nivel” en la que terminó
alzándose con el triunfo el joven (19 años) Maestro
Internacional.
Sin duda alguna, la victoria de Lariño ha sido la “gran
sorpresa” del campeonato junto con la eliminación del siete
veces campeón de España Miguel Illescas. El presidente de la
Federación de Ajedrez de Ceuta, Manuel Fernández, reconoce
que fue el “primer sorprendido” cuando Ibarra apeó del
campeonato al Gran Maestro catalán, que cayó, posiblemente,
por reservarse demasiado durante sus partidas buscando la
victoria en un rápido desempate.
Esta, junto con las consecuentes tablas, ha sido la tónica
de un campeonato que, a pesar de ello, no ha perdido un
ápice de nivel y emoción. “Ha sido un gran campeonato
-reconoce Fernández- aunque posiblemente los ajedrecistas se
reservaron demasiado buscando errores del rival, o esperando
ganar en las partidas rápidas de desempate”.
En este segundo Campeonato de España que se celebra en
nuestra ciudad (el primero tuvo lugar en 1976 y participaron
79 jugadores) pocos se esperaban que el joven Lariño
terminase haciéndose con el triunfo, aunque “tras lo
conseguido durante su corta carrera, despuntaba maneras”. Y
es que con un Campeonato de España sub-10, uno sub-12, uno
sub-14 y otro sub-16, junto con el de campeón absoluto
conseguido el sábado, David Lariño se alza como uno de los
grandes ajedrecistas del país cuando “prácticamente ha
comenzado a jugar”.
El presidente de la Ceutí, que augura un futuro próspero en
el ajedrez, confía en que el gallego continúe ganando
títulos y luchando, algún día, por igualar la marca de siete
Campeonatos de España que ostenta, entre otros, Illescas.
Un gran punto y final a un “gran campeonato” en el que nada
falló y en el que la organización estuvo al nivel esperado.
La única “nota negativa” fue la descalificación tras
finalizar la primera jornada del Gran Maestro Manuel Rivas,
al negarse a realizar las pruebas antidoping. Para
Fernández, la descalificación de Rivas fue un hecho
“lamentable” que tuvo que llevarse a cabo porque “como en
todos los deportes, el ajedrez tiene que regirse por unas
normas”.
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