La noticia saltaba esta semana cuando la Consejería de
Sanidad y Consumo de la Ciudad Autónoma de Ceuta decidía
extremar la vigilancia para evitar la entrada, desde
Marruecos, de rumiantes que pudieran introducir el brote de
preste reconocido por las autoridades marroquíes y que
afecta a pequeños rumiantes como cabras y ovejas. En la
ciudad caballa se están reforzando los controles, en
especial en los puestos fronterizos, para impedir la llegada
de una enfermedad que podría mermar las explotaciones
ganaderas de la ciudad.
"En Melilla, ni en los alrededores de la ciudad se han
detectado, al menos oficialmente, casos de la enfermedad".
Así lo aseguraba ayer la consejera de Bienestar Social y
Sanidad, Mª Antonia Garbín. Apuntaba la responsable de
Servicios Sociales que, en cualquier caso, en la ciudad no
existen "ganaderías, ni concentraciones ganaderas como en
Ceuta que puedan correr el peligro del contagio". Es más,
reiteró que la carne que se consume en la ciudad "llega
preparada desde la Península, y cuando se trata de animales
vivos, sólo están en Melilla el período de estabulación, es
decir, 24 ó 48 horas antes de ser sacrificados".
Pero el que no haya ganadería en riesgo no supondrá que se
baje la guardia. "Al contrario, estaremos muy pendientes,
pero hay que recordar que existe una gran lejanía con Ceuta
y que el entorno marroquí de la ciudad hermana y el que
rodea a Melilla no son similares". Añadió que si la Ciudad
hubiese sido alertada, "estaríamos coordinados con Sanidad
para la puesta en marcha de distintos dispositivos, sobre
todo en la frontera".
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