La empresa municipal del agua, Acemsa, comenzó el sábado una
operación de desatascamiento de las principales vías de
evacuación de aguas residuales y pluviales. El barro que han
arrastrado las inundaciones ha ocasionado la obturación de
estos canales de expulsión de los fluidos, por lo que ha
sido necesario diseñar un plan de emergencia que financiará
el Estado, ya que esto queda recogido dentro del plan
especial de actuación de las inundaciones. Vivas y Bel
visitaron los trabajos.
El director de Acemsa, Manuel Gómez Hoyos, estuvo durante
toda la mañana de ayer al pie del cañón. La empresa
municipal del agua se vio obligada a abrir una aparatosa
zanja en la avenida Compañía de Mar -transita por los llanos
de la Marina-, a la altura de la Rampa de Abastos. El motivo
de esta obra, que empezó este sábado, no es otro que
desatascar la acumulación de barro que han ocasionado las
inundaciones del último fin de semana de septiembre.
La primera de las actuaciones se han producido en este tramo
de la ciudad, pero desde hoy se van a abrir zanjas en
aquellos puntos de la ciudad donde se sitúan los principales
canales de expulsión de aguas residuales y pluviales. La
cantidad de tierra está dificultando la evacuación de estos
fluidos y Acemsa se ha visto obligada a actuar de urgencia.
En la mañana de hoy, las zonas de Benítez, playa de la
Almadraba, Arcos Quebrados y antigua estación de ferrocarril
van a sufrir las mismas operaciones: se levantarán las
placas de asfalto, tierra u hormigón, según la zona, y los
operarios procederán al desatascamiento de la tierra para
permitir que el agua fluya normalmente hacia las bombas de
impulsión y que vayan al mar mediante el procedimiento
ordinario.
Hasta la Compañía del Mar se acercaron ayer miembros de la
Ciudad Autónoma. El presidente de la Ciudad, Juan Vivas,
acompañado de la consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel, y
el viceconsejero de Equipamientos Urbanos, Gregorio García
Castañeda, observaron de primera mano el desarrollo de unas
obras que están siendo más aparatosas que complicadas,
debido a la cantidad de tierra que ha brotado del canal y a
la cirugía que se ha producido en plena calle. Esta obra, la
de la Compañía del Mar, va a ser la más costosa, ya que se
seguirán abriendo zanjas en el suelo hasta llegar a San
Amaro y alcanzar la bomba de impusión para su salida hacia
el emisario submarino. Los gastos correrán a cargo del
Estado, al ser esta una actuación más contemplada dentro del
plan de emergencia.
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