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OPINIÓN - DOMINGO, 5 DE OCTUBRE DE 2008

 
OPINIÓN / EDITORIAL

La Educación para la Ciudadanía

Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos es el nombre de una asignatura diseñada para el último ciclo de la Educación Primaria y toda la Secundaria en España por el Parlamento Español (viene fijada por la Ley Orgánica de Educación), y que consiste en la enseñanza de los valores democráticos y constitucionales.

Esta asignatura ha despertado recelo entre sectores conservadores españoles, porque entienden que el Estado asume la educación moral de los individuos. El Partido Popular, principal partido de la oposición, y los Movimientos de Renovación Pedagógica han criticado el formato de la asignatura. El pleno del Consejo Escolar del Estado también se mostró contrario a dicha materia. Sin embargo, el gobierno sostiene que la asignatura servirá para educar “en valores democráticos y de tolerancia”. Varios estudios de ONGs como Amnistía Internacional ven de forma positiva la existencia de materias de este tipo, aunque destacados dirigentes de la Iglesia Católica se han opuesto a ella, tachándola de totalitarista. Los puntos más criticados por algunos sectores, fundamentalmente católicos, son los que se refieren a la enseñanza sobre familias multiparentales u homosexuales mediante una visión alternativa de los valores tradicionales (algunos sectores consideran que incluso ridiculizan estos valores tradicionales), la obligatoriedad de la asignatura, y el fin laicista y de adoctrinamiento estatal que se derivaría de la misma.Los sectores críticos con esta asignatura afirman que se pretende sustraer a los padres el derecho a decidir la educación moral para sus hijos. Los padres críticos recuerdan que en la carta de derechos fundamentales en España “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.

En Ceuta no ha habido problemas, de momento, para admitir la asignatura, lo cual no deja de resultar curioso atendiendo a la evidencia de la profusión de la fe tan arraigada en la ciudad y que existan centros con principios religiosos.
 

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