Ayer, por el miércoles, estuve en
un seminario sobre temas tan diferentes como la inserción
laboral y el desarrollo de colaboración internacional para
erradicar la pobreza. Ciertamente, no me gustó absolutamente
ciertos aspectos de ese seminario.
¿Saben Vds. qué es la inserción laboral?, la inserción
laboral consiste en ofrecer un acompañamiento a personas que
están en situación de exclusión laboral y social, con el
objetivo de incorporarse en el mercado laboral. La inserción
laboral se desarrolla dentro de un entorno productivo, con
funcionamiento de empresa, que resulta educativo para la
persona.
Ciertamente, la inserción laboral surge en el país, hace más
o menos 20 años, para responder a la necesidad de buscar
salidas al problema de la exclusión social y la pobreza.
Centrándonos en el colectivo de minusválidos sensoriales, mi
especialidad, creo sinceramente que la inserción laboral no
debería existir para el mismo. ¿Por qué?, porque…
Los sordos nunca han estado discriminados más que por ellos
mismos, por las condiciones de la educación recibida y por
la nula información ofrecida al colectivo.
Un sordo no se distingue de otra persona más que
interiormente, no oye. Por eso, porque no oye, tiene que
esforzarse tres veces lo que una personal oyente se esfuerza
una vez. Todo ello a causa de la educación recibida y el
comportamiento de la sociedad por la creencia de que es una
lástima ser sordo.
Empezando por la educación, si hablamos del sistema oral, a
quién se debería educar es a la propia sociedad para que
comprenda que la persona sorda tiene tres problemas a
resolver cuando le hablan de cualquier cosa. Primero:
intentará leer los labios de su interlocutor (oír no, oirá
algo pero no lo entenderá). Segundo: Tratará de asimilar lo
que le ha dicho con alguna cosa relacionada y que conozca.
Tercero: Poner en funcionamiento su cerebro para encajar lo
que le ha dicho y dar la respuesta adecuada.
Como verán, eso lleva a que responda con retraso. No pasa lo
mismo con la persona oyente… oir y responder inmediatamente,
aunque hay muchos, demasiado, que se portan peores que los
sordos.
Ese es el único problema que tiene la persona sorda en el
mundo escolar, laboral y social. Ningún otro problema tiene.
No se incluye aquellos que no han recibido ningún tipo de
educación, esos los hay en todos los estamentos sociales,
sean o no sordos.
Con todo ello quiero significar que el sordo no necesita
ningún tratamiento de inserción laboral. Solo facilidades de
comunicación.
Desde siempre, por no hablar de siglos, el sordo ha estado
plenamente integrado en el mundo laboral y social…, hoy en
día hay empresarios sordos que llevan muy bien su negocio
sin ningún otro problema que malentendidos por,
precisamente, confundir unas palabras con otras. Sólo eso.
El único problema que tiene este colectivo es el de la
comunicación, repito, y su solución está en amoldarse al
afectado, no intentar nunca que el afectado se amolde al que
oye. Ya lo intentará voluntariamente sin ayuda.
Es una tremenda equivocación el esfuerzo que hacen muchos
padres, profesores, especialistas, etc. en intentar que los
sordos oigan como ellos. Acaban destruyéndoles la capacidad
de comprensión y dándoles nula educación cultural. Ya
escribí de este tema en artículos anteriores por lo que no
voy a repetirlo.
Lo que realmente necesita la persona sorda no son temas
relacionados con inserciones, integraciones y demás “ciones”
que no hacen absolutamente nada por ella.
Necesitan, verdaderamente, escuelas donde los profesores
manejen el lenguaje de signos completamente, no intérpretes
de lenguaje de signos, y que les enseñen lo que se enseña al
conjunto general de la población escolar. No tiene por qué
perder su tiempo escolar en aprender a hablar… eso lo puede
hacer fuera de horas escolares, como los alumnos no sordos
aprenden inglés o francés. Más vale aprender a hablar
teniendo conocimiento de las cosas que repetir lo que “oye”
sin saber de qué va.
Mañana continuaré con lo mismo.
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