El parque infantil de la barriada Príncipe Felipe fue
protagonista en el día de ayer por unas horas. Las
autoridades de la ciudad se acercaron para celebrar el fin
del Ramadán y fueron envueltos por una calurosa acogida,
tanto por niños como por mayores. El discurso de la
adolescente Randa encandiló a las personalidades, que
tuvieron palabras de agradecimiento para los organizadores
de un acto que celebra desde hace seis años la Federación
Provincial de Asociaciones Vecinales (FPAV) y que sirve como
motor para la armonía en la interacción diaria de las
diferentes culturas de la ciudad. Y ese motor da la
sensación de funcionar bien.
La corte de autoridades que se presentó ayer en el parque
infantil de la barriada del Príncipe Felipe fue recibida
como si fueran reyes. Un pasillo de niños aplaudió a todas
aquellas personas que están acostumbradas a ver en las
páginas del periódico o en la televisión. Juan Vivas, José
Fernández Chacón, Enrique Vidal de Loño, José Luis Torre,
Pedro Gordillo o Yolanda Bel estaban allí. Apenas falló
ninguno de los barones de esta ciudad. Juan Vivas, más sabio
por viejo que por diablo, y muy agradecido a los aplausos,
aprovechó para besar a los niños, que se mostraron
encantados. Pero es que el de ayer no fue el típico besuqueo
político, sino un besuqueo tierno y sentido.
Todos los que accedieron a la carpa instalada por la
Federación Provincial de Asociaciones Vecinales (FPAV)
expresaron un mohín de sorpresa. Hay que ser sinceros, nadie
esperaba un recibimiento tan cálido. Las sonrisas se
cruzaron en una y otra cara, y todos se dieron las gracias
entre sí, como de costumbre, pero -valga la redundancia- con
mucho afecto y sentimiento: la convivencia avanza. La
religión fue esta vez un lazo de unión entre culturas. La
Constitución española, destacada por la adolescente Randa,
fue el marco del encuentro. 1978 supuso una zancada hacia la
pluralidad -alejado el término pluralidad de la acepción
‘progre’ contemporánea- y eso se encargó de destacarlo una
chica -a petición del presidente de la Asociación de Vecinos
(A.VV), Mohamed Lhasen- que encandiló a todos. Randa comenzó
por agradecer la iniciativa de la FPAV por crear una fiesta
fin de Ramdán cada año en una de las barriadas con mayoría
poblacional musulmana y dijo que es una “muestra real de
convivencia entre todas las culturas de Ceuta, que lleva a
una mejor comunicación intercultural”. En este sentido, la
adolescente, en nombre de la barriada Príncipe Alfonso,
consideró que este acto es un llamamiento al diálogo
interreligioso, al respeto mutuo y trabajo en común; ahora
sí que podemos dar un ejemplo vivo de la interculturalidad
para llevar a lo más alto el nombre de nuestra ciudad; la
convivencia es una nota muy importante en la vida cotidiana
de Ceuta y tiene que verse en las familias, en las calles y
las escuelas”, continuó Randa.
Queda claro que la mezcla de religiones y formas de vida
sigue pendiente de cumplirse al cien por cien en esta
autonomía, pero está claro que con guiños y actos como este
merece la pena seguir adelante. Seguramente, la presencia
voluntaria de las autoridades también supuso un guiño hacia
los vecinos, que sintieron, igualmente, un abrazo cálido por
parte de aquellos.
El delegado del Gobierno, Fernández Chacón, y el comandante
general, Enrique Vidal de Loño, agradecieron que se
acordaran de los organismos a los que representan en este
simbólico día. El presidente de la Federación Provincial de
Asociaciones Vecinales, José Ramos, felicitó a toda la
comunidad musulmana y se mostró enriquecido por desarrollar
esta iniciativa desde hace ya seis años. “Tengo la
satisfacción de haber vivido aquí nueve años y, como dice su
presidente -el de la A.VV.- no solamente se vive, sino que
se comparte”, dijo Ramos. “Cuesta mucho llevar a cabo esa
convivencia, pero tenemos que ser los adalides en la
península”, terminó.
El presidente de la Ciudad. fue continuamente ovacionado en
una intervención para la cual, utilizó, más que en otras
ocasiones, todo el repertorio de su corazón. Vivas dio las
gracias a todos por el esfuerzo realizado durante el año.
“Yo me voy de aquí con las pilas cargadas; esta acogida me
indica que así somos los caballas”, finalizó.
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“Salgo de aquí con ganas de comerme el mundo”, dice Vivas
El presidente de la Ciudad, Juan
Vivas, estaba henchido de ‘orgullo caballa’ durante el acto
fin de Ramadám. Durante su intervención se le notó -aunque
no lo dijo explícitamente- muy sorprendido por la cálida
respuesta del público que se congregó en la explanada del
parque infantil del Príncipe Felipe. La armonía entre orador
y espectador fue tal que el presidente se quedó casi sin
palabras, ya que su discurso fue más breve de lo habitual y
repitió una y otra vez su satisfacción por ser alcalde de
todos los ceutíes. Tanta era su alegría contenida que no
pudo reprimir todo su placer y, cual adolescente que se abre
al mundo -quizá pensando en el próspero futuro que se le
avecina a la inteligente Randa-, dijo: “Salgo de aquí con
ganas de comerme el mundo”.
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