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OPINIÓN - VIERNES, 3 DE OCTUBRE DE 2008

 
OPINIÓN / CARTAS AL DIRECTOR

Las inundaciones vistas desde nuestra perspectiva

Por Sindicato de Bomberos de la FSP-UGT


El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento vivió con enorme intensidad estos tres largos días pasados en que Ceuta sufrió unas precipitaciones históricas que provocaron daños de los que pocos salieron totalmente indemnes. Desde UGT, creemos que ahora es el momento propicio para realizar una reflexión sobre lo acontecido y manifestar a la opinión pública nuestra preocupación por la actuación por parte del Gobierno de la Ciudad.

En la madrugada del sábado al domingo, momento en que comenzaron las lluvias, los bomberos respondieron masivamente a la llamada que desde el Parque se realizó para acudir en ayuda de quienes estaban de guardia en el momento. La práctica totalidad de los efectivos, incluyendo a compañeros que volvieron voluntariamente desde la península, se enfundó en sus uniformes y se personó en el parque para ponerse a disposición del dispositivo que establecieron los mandos presentes. Decenas de compañeros estuvieron trabajando hasta 72 horas seguidas sin descanso para arrimar el hombro ante las inundaciones.

Sin embargo, fue frustrante vivir cómo, impotentes, muchos ciudadanos nos reclamaban una ayuda que, en muchas ocasiones, no podíamos ofrecer; y no podíamos ofrecerla porque la falta de inversión de la Ciudad en bomberos provoca que afrontemos estas situaciones con unos recursos materiales insuficientes y en mal estado general. Sin bombas de achique no podemos sacar el agua de las casas de los ciudadanos. Hoy han sido las lluvias, pero mañana será, por ejemplo, un tanque de materias peligrosas. Y seguimos sin equipamiento suficiente para afrontar siniestros graves en una ciudad que no debe depender del exterior. Es positivo para la ciudad contar con la UME en situaciones concretas, pero resulta triste comprobar y comparar los medios con que contaban ellos y con los que nos vemos obligados a actuar nosotros. Botas que se calan, moto-bombas averiadas sin financiación o interés en su arreglo, vehículos de los años ochenta, ni una sola plaza de bomberos convocada en cinco largos años y goteras en nuestro Parque conforman el particular SEIS del Gobierno local. Con lo que tenemos, nos dejamos la piel en el trabajo día a día. No podemos esperar ayuda externa para contingencias locales. Ceuta debe ser autosuficiente y este Ejecutivo prefiere mirar a otro lado. Recursos materiales para inundaciones, riesgos químicos, rescates acuáticos y caninos y vehículos apropiados son necesidades perentorias que la Ciudad no financia y cuya carencia sólo aparece en los medios cuando ocurren situaciones como la vivida estos días.

Año tras año se inundan las mismas zonas, sin que de nada sirvan las denuncias ciudadanas, vecinales, de la oposición política, así como la opinión de bomberos y asociaciones de defensa medioambiental. ¿Por qué se vuelven a inundar año tras año zonas como Cría Caballar, Benítez, El Tarajal, Patio Castillo, Poblado Marinero, Paseo de las Palmeras…? Obras mal realizadas y que de manera contrastada sufren problemas son obviadas por parte de una Administración que se da el lujo de negarle a la oposición medidas tales como la creación de un mapa de peligrosidad sobre inundaciones o que alardea de estar preparada para este tipo de contingencias cuando toneladas de escombros y basura circundan las zonas de recogida de aguas pluviales.

El Gobierno de Ceuta manipulará a la opinión pública vendiendo gestión y el presidente Juan Vivas se culpará a la “singular orografía ceutí”, como si certificara que estamos condenados a vivir estas situaciones cada cierto tiempo. Nada más lejos de la realidad. Ni hay material, ni personal, ni mantenimiento, ni limpieza; y, lo que es peor, humildad suficiente para reconocer los errores que han llevado a muchas familias a dormir sobre el parqué de un polideportivo y a cientos de ceutíes a tener que afrontar cuantiosos gastos en sus casas, locales y vehículos. La enorme mayoría de los daños se podrían haber evitado con medios y con obras que garantizaran que el agua llega al mar sin destrozar e inundar viviendas, locales y parkings en su camino. ¿O es que a nadie le indigna que el 80% de las inundaciones se hayan producido, paradójicamente, a escasos metros de la orilla del mar?

Al menos a los sindicatos siempre nos quedarán estos huecos en los medios de comunicación para denunciar la dejadez de un Gobierno que prefiere hacerse la foto incluso con los medios humanos y técnicos de una Administración de otro color político que con los suyos propios. Cuánta ironía.
 

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