Casi va dar igual el contenido de
los Presupuestos Generale del Estado en relación a Ceuta.
¿La razón?, siempre serán, según se mire, excepcionales,
rigurosos y muy positivos para la ciudad, o pocos realistas,
desequilibrados y dañinos para el crecimiento de una ciudad
en crisis.
Los números siempre son fríos (dicen) y deberían ser un
reflejo real y diáfano de las cuentas que se presenten. Sin
embargo la realidad indica que la interpretación del reparto
presupuestario puede ser tan amplia y divergente como se
quiera. La botella estará semi llena o semi vacía en función
del prisma que se emplee para su valoración.
Y la dinámica va a empezar hoy mismo, desde el momento en
que, oficialmente, el delegado del Gobierno desgrane esta
mañana, en convocatoria con los medios, los puntos más
relevantes de los números que ha tenido que hacer el equipo
del ministro Solbes y que ya a modo de anticipo ha defendido
con verdadera pasión en este diario el diputado gaditano de
naturaleza ceutí, Salvador de la Encina con el aplauso de su
escudero, el portavoz de la Comisión delegada del PSOE en
Ceuta, José Antonio Carracao.
En la prudencia, la virtud, el presidente de Ceuta evitará
hoy mismo hacer ninguna valoración hasta no estudiar y
escrudiñar los números. Para eso ya estarán los
parlamentarios, mucho más avezados en la gresca nacional
que, por cierto no tardarán en salir a la palestra para
situar el punto en la ‘i’ de las cuentas de la
Administración General del Estado para la ciudad autónoma.
De antemano se espera desde el Gobierno de la Ciudad
Autónoma que el nuevo sistema de financiación autonómica se
alce por encima de los 25 millones de euros previstos. Sería
una buena noticia para Ceuta que no cuenta ni con extensión
geográfica para desarrollar industrias, ni con una conexión
terrestre con la península y, además, es frontera española
con un país que aunque en crecimiento aún se encuentra muy
por detrás de la renta per cápita patria.
El PSOE adelanta que la inversión para Ceuta supera los 100
millones de euros.
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