El fin de la emergencia en Ceuta
llegó ayer tras la firma del decreto del nivel ‘0’ rubricado
por el presidente de la Ciudad. Atrás quedaron días de
desasosiego y de contundente y eficaz respuesta colectiva de
todos cuantos medios pusieron en disposición las
administraciones públicas (local y central) en coordinada
respuesta a la magnitud de los acontecimientos
climatológicos sobrevenidos en los primeros días de la
semana.
En realidad conviene hacer mención positiva de la capacidad
demostrada por los medios propios de Ceuta, de los servicios
que se llevaron a cabo desde las primeras horas de la muy
intensa lluvia caída en la ciudad autónoma. Una respuesta
evidentemente sobresaliente de todos, desde bomberos en el
tajo desde el primer minuto hasta la UME [una suerte de
bomberos militarizados de cobertura nacional] que aportó con
su trabajo el último ‘pespunte’ al roto ocasionado por la
siempre caprichosa fuerza de la naturaleza.
Ahora el trabajo se centra en la recuperación y puesta en
valor de las pérdidas; en la labor de la administración por
apoyar y sustentar con sus medios el daño ocasionado y el
desarrollo de las múltiples acciones que, a partir de ahora,
han de llevarse a cabo para ir recuperando poco a poco la
normalidad en cuanto a las infraestructuras ‘tocadas’ por
los efectos de las sucesivas trombas de agua.
Una labor más delicada en manos de la Ciudad Autónoma [Medio
Ambiente] para la limpieza de todas las zonas maltrechas y
la restitución del mobiliario afectado en manos de otras
áreas del Ejecutivo. Mientras tanto, se espera que el
Consejo de Ministros anuncie qué ayuda económica aportará la
Administración central a la Ciudad Autónoma para ayudar a
paliar tanto destrozo habido en zonas privadas como
públicas.
El análisis ante la respuesta es evidentemente positivo, el
balance de realmente satisfactorio aunque sí conviene
realizar una reflexión pausada sobre lo que puede mejorarse
sobre todo en prevención. Algo que necesita de una labor de
profunda analítica en función de la singularidad de una
ciudad con muy alta tasa de densidad poblacional.
|