Un día cualquiera de julio de este verano que acaba, pasaba
en autobús por la avenida Martínez Catena, una señora
comentaba a la otra.... que bonita han dejado La Ribera....
la otra contestaba... esa es una playa para los pijos... una
tercera se unía a la conversación y apostillaba,... ¡Claro
como en frente vive el Alcalde!. Los otros viajeros que
escuchaban la conversación sonreían y asentían con la
cabeza.
Yo no sé si vive o no el alcalde frente a la Ribera, pero es
bien cierto que está preciosa, muy bien equipada, limpia y
merecedora de la bandera azul que ondea como una de las
mejores playas de España, pero no sólo la playa de la
Ribera, si paseamos por el paseo de Las Palmeras, la Marina
o Sánchez Prados, está todo cuidado, colmado de flores, las
aceras limpias y la Policía Local mantiene a raya a los
conductores para que no aparquen en cualquier sitio. ¡Qué
suerte tienen los vecinos del centro de la ciudad!. Porque
no sólo están bonitos los aledaños al Ayuntamiento, también
Plaza de los Reyes, Revellín, Calle Real y no sólo la playa
de la Ribera, también el Chorrillo, el Parque Marítimo.
Lástima que pasando de las Puertas del Campo entremos en
otra ciudad. Si vamos a San José, Los Rosales, el Príncipe,
la Almadraba o Benítez parece que no estamos en la misma
ciudad, aquí no viven los pijos, como diría la señora del
autobús, ésta es la trastienda, aquí no hay para jardines,
playas en condiciones, paseos y limpieza... aquí todo lo
contrario. El otro día le enseñé la ciudad a unos amigos
peninsulares pero como venían por unas horas, el recorrido
lo hicimos en coche, claro como el centro es peatonal, pues
paseamos por la Almadraba, Tarajal, San José, Los Rosales,
bajamos a Benítez y de ahí al puerto... deprimente,
sencillamente deprimente.
Yo vivo en Benítez, cuando llueve se inundan las casas, los
coches se cubren de agua y todos los bares y
establecimientos de la zona anegados, bomberos, policías
etc. etc.. La playa de asco, la zona de antigua Casa
Fernando sucia, pestilente, el paseo descuidado y la playa
con la desembocadura de caños. Son varios años que venimos
denunciando esto pero nadie le da un arreglo. No pedimos
playa de bandera azul, jardines, rotondas espectaculares,
mobiliario urbano, no. Ya no es una solicitud, no se trata
de pedir, es implorar que por favor nos traten con dignidad.
Pues recapacitando, ahora yo me pregunto ¿tendrá razón la
señora del autobús?. ¿Estaría esto así si aquí viviera el
alcalde?. No me imagino a Don Juan saliendo de su casa con
los pantalones remangados, las botas de agua, el coche de
agua y lodo hasta el volante y su señora con un cepillo
sacando barro y agua de su casa. Creo que a alguien se le ha
olvidado que en Benítez también votamos.
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