Ni que decir tiene que, por mucha
prevención en materia de limpieza y saneamiento que se haya
podido realizar, la intensa tromba de agua caída que en tres
días alcanzó los 443 litros por metro cuadrados, hubiera
puestos las cosas bien difíciles a cualquier ciudad. Sólo
baste comprobar cómo afectaron las recientes trombas en el
Levante español para comprobar la magnitud de los
acontecimientos y la ‘fortuna’ de que no se haya tenido que
lamentar desgracias personales.
Ha caído mucha agua, excesiva. Los datos históricos nos
deben remontar a la década de los 80 para hallar algo sólo
parecido, que no igual, porque esto no tiene demasiado
parangón. Truenos, lluvia intensa y sin freno durante
decenas de horas es como para haber causado muchos más
estragos de los que se causó. ¿Suerte?. Quizá. Las
complicaciones orográficas de la ciudad autónoma, tantas
veces, mencionadas por Vivas tras el aporte de conocimientos
de los técnicos, unido a la muy elevada densidad de
población y, al hecho inherente de su situación geográfica
que la hace estar relativamente aislada ante una eventual y
necesaria ayuda rápida, son datos que deben quedar bien
analizados para ulteriores situaciones y actuar en sus
mecanismos organizativos de prevención.
De momento se ha puesto de relevancia una vez más la
capacidad de todos los servicios públicos (de las distintas
administraciones) que empujan como nadie y afrontan con
valentía y arrojo cualquier situación. A ello únase la
condición de colaboración propia de lo ceutí (ciudadanía en
general y empresarios en particular). Estos últimos, sobre
todo los relacionados con el sector de la construcción, se
han volcado desinteresadamente en ayuda a la ciudad.
La aportación de la Unidad Militar de Emergencia llegó a
media tarde; son decisivos, pero pulirán y apoyarán a lo
realizado por bomberos, Cruz Roja, Policía Local, Guardia
Civil, Protección Civil, Cruz Blanca, Acemsa, Limser, Imex,
Ingenieros... y un largo etcétera de organismos volcados,
tanto de la administración local como la estatal en afrontar
la extrema situación que la climatología puso a Ceuta.
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