He estado en “La Perla del
Pirineo”, que es comparable a la “Perla del Mediterráneo”,
de Ceuta de los años 60-70 pero más rica, estando rodeada de
montañas por todas partes menos por una, el paso de Urgell,
en perfecta concordancia con mi ciudad, rodeada de aguas
marinas por todas partes menos por una, el paso del Tarajal.
Me estoy refiriendo a Andorra por si no lo han adivinado.
Allí no sopla el Levante, sopla la Tramontana. El Levante
resfría y la Tramontana desnuda, ninguna ropa evita el frío
que lleva consigo.
Sentado en mi despacho ojeo la prensa digital y leo el
comunicado de una entidad que dice ser representativa de las
Familias de Personas Sordas cuando su denominación de toda
la vida es de Padres y Amigos de los Sordos. De hecho, las
siglas de su Federación estatal y de la propia asociación se
refieren a ello.
Bien, tras mi larga experiencia se esconde un formidable
estudio sobre los minusválidos sensoriales auditivos, sordos
y sordomudos, y ello me lleva a aclarar ciertos conceptos
que son manipulados sin vergüenza por personas y entidades
interesadas en otras cosas que no son para la mejora del
nivel de vida de esos minusválidos.
Las estadísticas no avalan el pseudo-informe con el que esa
entidad pretende engañar a los ciudadanos ceutíes,
manipulando descaradamente los datos para dar una sensación
de utilidad inútil.
La FIAPAS, y con ello la mayoría de asociaciones afiliadas a
la misma, NUNCA HA SIDO LA MAYOR PLATAFORMA de
representación de los sordos, sino de los padres y amigos de
los sordos, que no es lo mismo. La mayor plataforma de
representación de los sordos es la CONFEDERACIÓN ESTATAL DE
PERSONAS SORDAS, única y verdadera propulsora del Día
Internacional de las Personas Sordas a través de la
Federación Mundial. Cosa que no puede avalar la otra
federación.
La cifra sobre el número de personas sordas, que publican,
debe ser minuciosamente desmenuzada para evitar confusiones,
porque no podemos ni debemos incluir a aquellas personas
adultas y mayores que pierden el oído por vejez o por otras
causas, que son la mayoría de esos supuestos “alrededor de
dos millones”… porque ya vienen formadas intelectual y
socialmente en la forma general del resto de ciudadanos del
país. Esto invalida ese concepto de que “más del 90% se
comunican en lengua oral”.
A decir verdad, esas asociaciones, junto con su federación,
han estado toda la vida de su existencia oponiéndose al
lenguaje de signos desde el principio… SIN EMBARGO DAN
CLASES DE LENGUA DE SIGNOS. Un negocio con controversia ¿no?
El egoísmo de la imagen es lo que peor cuadra en la sociedad
española con el deseo de mejorar la situación contractual
del minusválido. Por ello, esas asociaciones miran más por
la supuesta vergüenza de tener hijos sordos que por el mejor
camino que se debe tomar para la recuperación total y
efectiva del sordo mismo.
No estoy en contra de la enseñanza oral, pero avalo con
fuerza y razón la enseñanza en lengua de signos… ¿por qué?,
ahora expongo el razonamiento generalizado de la mayoría de
las PERSONAS SORDAS, que no de los familiares.
Primero: El noventa y nueve por ciento de las personas
sordas educadas en el sistema oral únicamente, cuando se
emancipan, entran de lleno en el sistema de comunicación
generalizado entre los sordos: el lenguaje de signos.
Teniendo que esforzarse, tarde y mal, en aprender esa
lengua. ESTO ES INNEGABLE.
Segundo: El niño sordo, al igual que el normal u oyente,
debe cursar estudios al mismo nivel que los demás no
afectados por sordera. La dedicación plena a la enseñanza
oral priva al pequeño de conocimientos generales de la
educación al consumir la mayoría de su tiempo en aprender a
hablar. Ello conduce a que pronuncien más o menos bien las
palabras pero que no sepan el significado de esas palabras.
Tercero: El resultado final de los “oralistas” es fatalmente
desastroso frente al de los “mímicos” en cuanto a educación,
comunicación y actividades sociales.
Cuarto: El sordo siempre lo será aunque las tecnologías
traten de hacerlos NO SORDOS. El setenta por ciento de los
implantados cloqueares abandonan el aparato por serles
inservibles como medio de comunicación…
Mañana seguiré con lo mismo.
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