En una tarde desapacible, en la que apetecía más estar en
casa que en cualquier otro lugar, la AD Ceuta se fue con las
manos vacías de El Maulí de Antequera donde, seguramente
como consecuencia de las lluvías que azotan el país, el
conjunto caballa se presentó con la pólvora mojada. Mala
combinación para solventar la papeleta, teniendo en cuenta
que en el fútbol la única forma de ganar es haciendo goles.
Y es que pronto quedó claro para los ceutíes que, si querían
sacar algo positivo de allí, les iba a costar mucho trabajo.
Porque en el primer minuto de juego Valentín le dejó su
tarjeta de presentación a Fran Amado. Pero los malagueños,
que salieron de inicio con una línea de tres centrales, no
sólo tenían previsto dedicarse a defender, sino que a base
de juego directo empezaron a disfrutar de ocasiones. La
primera la que tuvo Richard al rematar una falta botada por
Ruiz. Mientras la primera para los caballas vino propiciada
por una cesión de Marcos que, con Lara descolocado, fue
salvada por el meta antequerano en la misma línea de gol
cuando iba camino del fondo de la portería. En un envite que
empezó con ritmo, en lo que sería ´un toma y daca´ para
ambos conjuntos.
En un duelo de ida y vuelta, Pepe Martínez frenó en falta la
acometida de Óscar. Una acción que le supuso tarjeta
amarilla, pero que podía haber significado la expulsión del
lateral catalán al ser el último defensa caballa. Una
infracción que supuso el lanzamiento de Francis Flores muy
cerca de la escuadra. Un recurso, el del balón parado, que
también fue explotado por los caballas, al botar Txiki un
saque de esquina rematado por Dani Martino, que volvió a
salir a córner tras golpear en un rival.
A pesar de todo eran los ceutíes los que daban la sensación
de dominar la manija del encuentro. Pero más porque los
blanquiverdes le cedían el esférico, que por méritos
propios. Porque, si algo evidenciaron los andaluces, fue el
encontrarse más cómodos jugando a la contra. Un estilo de
juego que empezaron a explotar, con balones a la espalda de
la defensa buscando a un Pineda que batió a Lledó, pero en
clarísimo fuera de juego. Un guión que se volvería a repetir
una y otra vez, mientras los ceutíes se tenían que conformar
con disparos desde fuera del área, como el de Juanfran que
se marchó directamente fuera. Pero mucho más clara fue la
que disfrutó Txiki, tras error de Richard en el despeje, al
plantarse solo ante Lara; pero el disparo del donostiarra se
marchó por encima del larguero, cuando el meta blanquiverde
estaba a media salida. Una ocasión que, si bien no sirvió a
los caballas para adelantarse, si para recomponerse. Al
menos aparentemente, cuando Elvis chutó demasiado cruzado
tras una buena acción individual.
Y como el que perdona lo acaba pagando, un minuto después
los malagueños se adelantaron al mandar Valentín al fondo de
la red un balón colgado al área. Un mazazo para los ceutíes
que se tradujo en ansiedad, cayendo una y otra vez en
imprecisiones, y dedicándose más a protestar al colegiado
que a mirar la puerta contraria. Y de ahí al descanso los
visitantes no gozaron de ninguna ocasión, mientras los
locales se dedicaban a dormir el partido.
En el segundo acto los ceutíes salieron con la intención de
devolver la igualada, pero sin demasiada convicción. Algo
que quedó patente con el disparo de Álvaro que se marchó por
encima del travesaño, o en la falta botada por Alberto al
corazón del área y repelida por la defensa.Viendo el
panorama, y que a los suyos les faltaba pegada, Benigno
Sánchez dio entrada a Carlos Valverde en lugar de Martino,
retrasando a Juanfran y subiendo a Elvis junto a Fran Amado.
Una receta que sirvió para que los blancos -que ayer jugaban
de azul- metieran el miedo en el cuerpo a los locales,
primero con un disparo de Álvaro y después con otro de
Carlos Valverde, ambos desviados. Intentos baldíos al que
siguieron otros del propio Álvaro y de Sergio Castaño, pero
con el mismo destino.
A falta de un cuarto de hora Benigno Sánchez quemó las naves
retirando a Juanfran y dando entrada a Oller que, en su
debut, pudo revolucionar el envite. Primero al poner un
servicio al interior del área, donde Txiki y Álvaro se
estorbaron, y después al meter un pase a Fran Amado para que
el algecireño batiera a Lara, en una acción que no subiría
al marcador por fuera de juego. Un Fran Amado que también
estaba con el punto de mira desviado, como demostró al
disparar pegado al palo. Un palo que sí probó Tete, al
estrellar su remate en la madera en la recta final del
encuentro. Un minuto antes de que Óscar cazara un balón en
el interior del área, para obligar a Lledó a mandar a córner.
Precisamente desde donde llegaría el segundo, al rematar
Francis Flores de cabeza completamente solo. Un tanto que
sentenciaba la contienda y suponía la segunda derrota para
los ceutíes.
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