Veinte lanchas de pequeño calado se hundieron ayer en el
puerto deportivo como consecuencia de las fuertes lluvias.
Desde las 6.30 horas de la mañana los muelles se llenaron de
usuarios que se ajetreaban en achicar el agua de las
embarcaciones: “Nos hemos avisado entre nosotros porque aquí
en la empresa no se llama a nadie”, reclamó uno de los
usuarios.
El mar se llenó también de improvisados buzos que se
esforzaban con la ayuda de los dueños de las embarcaciones
en alzar con cuerdas desde el lecho marino las lanchas
hundidas. Contratar una grúa para hacer el rescate puede
rondar los 600 u 800 euros: “De todas formas el motor
probablemente esté estropeado, las baterías seguros y el
material que se lleva abordo como las bengalas también, en
total un hundimiento puede salir entre 400 y 500 euros”.
El ánimo se caldeó en el puerto deportivo con la empresa
gestora Marina Hércules. “Aquí te cobran hasta por
respirar”, dijo otro de los usuarios mientras ataba un cabo
que salí de una de las embarcaciones sumergidas, “te cobran
el servicio de achique y después ni siquiera hay vigilancia
y cada vez hay más robos”.
Sin embargo uno de los empleados de Marina Hércules aseguró
que “en casos como éste” sí se puede eliminar antes el agua
de los barcos, aunque con la intensidad de las
precipitaciones “no dio tiempo a hacerlo en todas”.
Verdecillos
El coordinador de Los Verdes-Grupo Verde, Juan Redondo, que
las salidas de la red de abastecimiento próximas a las
playas de la Ribera y Benítez “se pueden comprobar sus
efectos en días como éste”. Una mancha marrón de
desperdicios cubrió el Foso de San Felipe extendiéndose
hasta más allá el espigón de la playa del Chorrillo.
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