La Ciudad Autónoma de Ceuta y la Delegación del Gobierno, a
través de las brigadas del Plan de Empleo, iniciarán hoy de
forma coordinada las tareas de limpieza, desescombro y
reparación de las diferentes vías y espacios públicos que
ayer se vieron dañados por la tromba de agua que cayó sobre
la ciudad durante la primera parte de la mañana, según
anunciaron tanto el presidente ceutí como la institución de
la Plaza de los Reyes a través de sendas comunicaciones a
los medios de comunicación.
La Ciudad Autónoma y la Delegación ratificarán en una
respuesta “coordinada y conjunta” a las lluvias torrenciales
y sus consecuencias que ya se inició ayer por la tarde pero
que arrancará formalmente “a primera hora de la mañana” de
hoy la estrategia de coordinación y colaboración
institucional que vienen desarrollando desde la llegada de
Fernández Chacón a Ceuta. Durante su comparecencia pública
de ayer Vivas ya dio cuenta de sus contactos con el delegado
y el comandante general para informarles de las acciones
desarrolladas, destacando su receptividad, y adelantó que
hoy mismo los medios a su disposición se pondrían a trabajar
de forma conjunta con los de la Delegación para restañar los
daños causados.
Por su parte, la institución de la plaza de los Reyes indicó
en una nota de prensa que remitió a última hora de la tarde
que “a primera hora de la mañana” de hoy varias brigadas de
los Planes de Empleo se pondrán a trabajar “en los puntos
más afectados por la lluvia”, básicamente en las tres
carreteras nacionales y en los viales que circunvalan el
Monte Hacho y García Aldave.
La Ciudad se centrará en la limpieza de Maestranza, Benítez,
Tarajal, Rosende, Arroyo Viera, Pozo Rayo, Benzú, Príncipe
Felipe y Miramar, entre otras).
La N-352 registró ayer un corte temporal después de que las
lluvias arrastrasen una considerable cantidad de barro a la
altura de Juan XXIII en el cruce con la Almadraba. La N-354,
que llega a Benzú, registró desprendimientos en 7 puntos a
lo largo de tres kilómetros. En la N-362, del perímetro
fronterizo, se produjeron tres desprendimientos, uno de
ellos de tres metros de altura, y el control fronterizo de
Benzú acabó anegado. La carretera del Hacho se vio inundada
a la altura de Santa Catalina y en el Sarchal, mientras que
la de García Aldave sufrió varios desprendimientos sin que
fuera cortada. El tráfico se restableció ayer en todos los
casos excepto Pozo Rayo.
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